El proceso independentista ha generado un incipiente temor social por lo que pueda ocurrir en Cataluña en los próximos días. La desconfianza que generan las posibles consecuencias de la declaración que se espera para este martes del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ya ha provocado un acopio de productos de alimentación de primera necesidad. Así lo certifican varias cadenas de supermercados consultadas que piden el anonimato.
Notaron un primer incremento de las ventas de arroz, azúcar o aceite tras la celebración del referéndum y ante la convocatoria de la huelga y el paro general. Desde ese momento la tendencia se ha mantenido.
No se trata de un comportamiento generalizado, pero sí es perceptible y persiste. Los lineales se vacían más rápido y se ha tenido que revisar la logística para reponer con mayor rapidez.
Más retirada de efectivo
Algo parecido ocurre en el sector bancario con la retirada de efectivo. Se ha generado cierta inquietud tras las declaraciones de la diputada y concejal de Barcelona de la CUP, Eulàlia Reguant, en que reconocía que la eventual declaración de independencia implicaría declarar un corralito bancario.
Sus palabras se han movido en redes sociales y se ha registrado una mayor retirada de efectivo en Cataluña. De nuevo, no resulta una situación alarmante pero sí que es una tendencia que se consolida en los últimos días.
Efectos de la fuga de empresas
Otro de los elementos que alimenta el temor social es el goteo de empresas que mueven el domicilio social fuera de Cataluña. Por ahora, todas las compañías que han dado el paso dejan claro que la decisión es exclusivamente corporativa y que no afectará a la operativa habitual ni tendrá consecuencias para los trabajadores, pero no ha sido suficiente para aplacar los ánimos de las plantillas.
Especialmente en las que aún no han ejecutado los planes de contingencia con que cuentan. Se teme que en cualquier momento se vaya a anunciar un cambio de domicilio social que conllevara efectos nocivos para los trabajadores.
Como ejemplo, lo ocurrido en Seat en las últimas horas. La automovilística integrada en el grupo Volkswagen ha manifestado que su sede social continuará en Martorell siempre que no se haga una declaración unilateral de independencia con todos sus efectos. Pero el contexto empresarial del país hizo que se disparasen las alarmas por una simple reunión para tratar asuntos laborales que se había convocado en la Zona Franca de Barcelona.
El encuentro con los directivos del grupo, algo habitual en los últimos años para dar información y animar las altas ratios de productividad que se registran, fue interpretado por algunos trabajadores como una reunión destinada a anunciar, directamente, la deslocalización de parte de la operativa. Saltaron las alarmas incluso en el ámbito jurídico.
Sindicatos
Los sindicatos piden calma. UGT y CCOO de Cataluña emprenden estos días sus propios debates internos para terminar con las discrepancias entre los sectores independentistas y los que no son favorables al procés y acordar posiciones mayoritarias ante los acontecimientos que se esperan.
La organización dirigida por Camil Ros hizo lo propio este lunes con la aprobación de una resolución que rechaza tanto la declaración de independencia como la aplicación del artículo 155 de la Constitución, la intervención de la autonomía. El sindicato capitaneado por Javier Pacheco lo hará este martes en Madrid, en un encuentro confederal, y el miércoles en Barcelona.
Convocatorias de huelga
Tampoco ayuda al clima de incertidumbre que se respira en Cataluña las convocatorias de nuevas huelgas generales por parte de sindicatos minoritarios.
Intersindical CSC, una organización de representación casi testimonial, retiró a última hora la petición de paro para este martes. Intersindical Alternativa de Cataluña, donde está integrada una organización poderosa en el ámbito educativo, Ustec, ha hecho lo mismo para la semana próxima.
Los mayoritarios se han desmarcado de nuevo de ambas propuestas y la Mesa de la Democracia, donde están integrados, no tiene previsto ni sumarse a las iniciativas ni reunirse para ello. Sus miembros recuerdan que la protesta del 3 de octubre se sustentó en un rechazo de la violencia en la jornada del referéndum ilegal. No prevén que se repita por ahora un paro en Cataluña como el de esa jornada. Aunque todo depende de las consecuencias que genere la declaración de independencia que se espera para este martes.