Jordi Pujol Ferrusola ya no tiene todos los privilegios de los que gozan los presos con buena conducta en Soto del Real. El hijo mayor del expresidente de la Generalitat, en prisión provisional por el enriquecimiento ilícito de la familia, ha sido sorprendido comerciando con las tarjetas telefónicas que usan los internos en la cárcel madrileña para comunicarse con el exterior.

Un auto dictado por el juez el 25 de abril hizo ingresar en la prisión de Zuera, en Zaragoza, a Jordi Pujol júnior, que pidió inmediatamente un traslado al centro de Quatre Camins, en Barcelona. La buena conducta que tuvo en los primeros meses ha quedado ahora marcada por la venta de tarjetas de teléfono a otros reclusos, que dificultará su traslado.

Prisión provisional

Según publica este viernes Ok diario, esto le ha supuesto, además, que sea privado de ciertos privilegios que hacen más agradable la estancia en la cárcel de los presidiarios. El primogénito fue imputado por el caso Pujol junto a otros miembros de su familia por la gestión de su fortuna.

El magistrado decidió dictar la prisión provisional incondicional sin fianza para Pujol, por los “elementos que permiten deducir la existencia de patrones de comportamiento, pautas de actuación, instrumentos y herramientas empleados para generar, ocultar y blanquear activos”.