No toda Cataluña es tierra hostil para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En Sant Boi de Llobregat (Barcelona), un centenar de vecinos ataviados con banderas de España se ha concentrado ante el cuartel militar, donde descansarán algunos de los efectivos de la Guardia Civil y la Policía que han sido expulsados de otros puntos de la comunidad.
El Ministerio de Defensa ha encontrado una solución para reubicar a 200 agentes expulsados de la costa catalana. Como informó este medio, el Gobierno adecúa cuarteles militares para que los cuerpos policiales puedan descansar. Y el de Sant Boi podría ser uno de ellos. De hecho, hasta allí han llegado el miércoles dos convoyes del Ejército con “material para dormir”.
Los convoyes militares, procedentes de Zaragoza, han acercado literas, cocinas, duchas y taquillas para los efectivos policiales. Después de descargar el material, han regresado a la capital aragonesa, entre algún grito vecinal de “¡no nos dejéis solos!” y “yo soy español”.
La reacción de este centenar de vecinos contrasta con la postura del ayuntamiento de la localidad. De hecho, el consistorio (PSC) ha rechazado que los agentes de la Policía Nacional o la Guardia Civil se puedan alojar en el cuartel de Santa Eulalia, tal y como sugiere el envío de material logístico por parte del Ministerio de Defensa.
"De acuerdo con el compromiso histórico de Sant Boi como ciudad de paz, desde el gobierno municipal queremos manifestar nuestra disconformidad con la posible presencia policial en el cuartel", ha señalado en un comunicado el equipo de gobierno que lidera la alcaldesa socialista Lluïsa Moret.
El gobierno municipal ha criticado que se ha enterado de este envío de material a través de los medios de comunicación y ha reclamado una reunión urgente con el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, para esclarecer la situación.