Miquel Iceta ha hecho este sábado un llamamiento a la calma ante la escalada de la tensión política en Cataluña tras la entrada en vigor y el recurso de las leyes del referéndum y de transitoriedad. Lo hace tras la reclamación del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a los ciudadanos para que interpelen a los alcaldesa que no permitan la votación ilegalizada.
“Palabras irresponsables y temerarias de Puigdemont”, lamenta el líder de los socialistas catalanes en las redes sociales. Indica que esta petición sólo derivarán en “insultos y amenazas” a los alcaldes que decidan cumplir con la ley y no participar en la organización de 1-O. La opción de la mayoría de las grandes ciudades catalanas, gobernadas buena parte de ellas por el PSC.
El presidente se frena
El presidente de la Generalitat pidió que los ciudadanos parasen a los alcaldes que se niegan a participar en el referéndum convocado a que les paren por las calles y les pregunten: “Mírame a los ojos: te debes a mi” y que les pregunten de forma seguida: “¿Me dejarás votar o no?”.
Este sábado, ante el consejo nacional del PDeCAT, ha medido algo más sus declaraciones. También ha pedido a los favorables al procés que lo reivindiquen entre sus “amigos, familia y en el trabajo”, pero sin hacer referencia a los alcaldes.
Para que el referéndum llegue a buen puerto es necesario la colaboración de los ediles para organizar la votación.