Tensiones entre Junqueras y Rovira por el ‘procés’
La secretaria general de ERC, que rechaza la reedición de Junts pel Sí, recela de la resucitada entente con PDeCAT y de la influencia de Xavier Vendrell
16 julio, 2017 00:00ERC asiste con indisimulado placer al desgaste sufrido por PDeCAT en el convulso proceso que debe desembocar en un referéndum, que ya se ha llevado por delante a cuatro consejeros convergentes. Pero no todo son alegrías en la formación que lidera Oriol Junqueras. Las relaciones entre el presidente del partido y su número dos, Marta Rovira, no atraviesan por su mejor momento, debido a las discrepancias de criterio en la gestión del procés.
Si bien es cierto que los republicanos minan la moral de la nueva Convergència poniendo a prueba su capacidad de resistencia ante los golpes judiciales contra el procés, en ERC hay cargos que cuestionan el tacticismo de Junqueras y ven con recelo su excesivo apego al presidente Carles Puigdemont. Recuerda este sector crítico que el presidente catalán es miembro de una nueva Convergència donde la independencia unilateral va a seguir generando disputas debido a su situación de debilidad. Y a pesar de la crisis de gobierno que se acaba de producir para purgar a los consejeros convergentes menos comprometidos con la causa secesionista, hay dirigentes republicanos que exigen más velocidad de crucero y menos tacticismo.
Reeditar o no Junts pel Sí
Entre esos críticos figura la secretaria general de ERC, firme detractora de revalidar la coalición de Junts pel Sí junto a PDeCAT. Incluso hay dirigentes ávidos de establecer contactos con Podemos, como es el caso del diputado en el Cogreso Joan Tardà o el exconsejero de Cultura Joan Manuel Tresserras. Por el contrario, Junqueras no se muestra tan contundente en ese rechazo a reeditar JxS debido a la amenaza de los comunes.
Otro motivo de roce entre Junqueras y Rovira es la presencia del exdirigente republicano y exconsejero Xavier Vendrell en el sanedrín donde se tomaban decisiones importantes que luego se trasladaban al Govern. Este sanedrín tiene los días contados, pues así lo ha exigido PDeCAT en sus conversaciones con ERC. Pero la influencia de Vendrell, recordado por pedir una especie "impuesto revolucionario" a los altos cargos de ERC en el Gobierno tripartito, sigue siendo importante.