Hace meses que la guerra interna entre el PDeCAT y ERC es un secreto a voces. Pero la proximidad de un referéndum cuya logística, hasta ahora no aclarada, acumula chapuzas ha acrecentado el malestar entre ambos socios de gobierno. Malestar que la CUP también azuza. El PDeCAT, lejos de amilanarse, ha pasado al contraataque. “Junqueras elude sus responsabilidades en el referéndum”, aseguran a Crónica Global fuentes parlamentarias.
Tal como publicó ayer este medio, republicanos y cuperos han utilizado el fiasco o vodevil de la compra de las urnas como arma arrojadiza contra los convergentes, sembrando dudas sobre su predisposición a culminar el referéndum. Hay mucho ambiente preelectoral en esas puyas. Y los nuevos convergentes no se amilanan. Recuerdan que “todo lo que se hace sobre el referéndum se hace bajo la supervisión de Oriol Junqueras, que es quien debe firmarlo todo porque es el responsable máximo”. En efecto, el presidente, Carles Puigdemont, encargó al vicepresidente de la Generalitat y líder de ERC el impulso del desarrollo de la votación independentista. Asimismo, el presupuesto y la arquitectura del referéndum dependen del republicano.
Los interventores dependen de Economía
Pero es que, además, las licitaciones dependen de los interventores de la Generalitat, que están a las órdenes de la consejería de Economía, que dirige Junqueras. Sin embargo, el presidente de Esquerra va saliendo indemne de los fiascos de la votación independentista: urnas, ausencia de censo y de junta electoral, imposibilidad de voto electrónico y escasa movilización de los catalanes que viven en el exterior. Por el contrario, es el PDeCAT el que da la cara.
Como se sabe, la Generalitat declaró desierto el concurso para la compra de urnas, alegando que las dos empresas que se presentaron al mismo no habían podido demostrar solvencia. Todas las miras se centraron en la consejería de Gobernación, con la convergente Meritxell Borràs al frente. Este departamento tiene las competencias en materia de procesos electorales, pero, insisten las mismas fuentes, el último responsable es Junqueras.
Respecto a la firmeza independentista del PDeCAT, cuestionada por ERC y la CUP, recuerdan que sobre Borràs pesa una querella, y que otros dirigentes convergentes como Artur Mas, Irene Rigau y Francesc Homs fueron inhabilitados por la consulta del 9N. “A estas alturas ¿vamos a echarnos atrás?”, se pregunta el entorno de la nueva CDC.