Convocatoria, que no celebración, de referéndum y elecciones catalanas. Hoy por hoy, el Gobierno español no concibe otro escenario que éste. Y aunque hay exministros, como José Manuel García Margallo, o los sectores más duros del PP, que contemplan un escenario de suspensión de la autonomía o de toma de control de los Mossos d'Esquadra, lo cierto es que en la Moncloa auguran un final del procés secesionista menos traumático.
Fuentes del Ejecutivo español aseguran que la intención del presidente Rajoy es mantener la llamada operación diálogo hasta el final. Los gestos del PP hacia Cataluña no han tenido feedback por parte del Gobierno de Carles Puigdemont, pero el desembarco de dirigentes continuará. Y también la pedagogía respecto a la obra hecha en la comunidad catalana.
El propio Rajoy estará presente mañana, 12 de mayo, en el Automobile Barcelona, precedido del ministro de Energía, Álvaro Nadal. Asimismo, está previsto que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, regrese a Cataluña la semana próxima.
Jaleo en las filas independentistas
“Habrá convocatoria, pero no referéndum. Eso provocará jaleo en las filas independentistas, que plantearán unas elecciones anticipadas en clave plebiscitaria o constituyente. Y una campaña especialmente crispada para nosotros”, explican estas fuentes. Pese a los malos augurios que arrojan las encuestas de intención de voto, los populares creen que pueden crecer en esos comicios.
Una campaña que servirá de prolongación de esa presencia española en Cataluña y del coste que ha tenido para los catalanes la renuncia del Gobierno de Carles Puigdemont a la vía del pacto, tal como ha hecho el PNV, que pese a su historia de reivindicación identitaria, ha preferido negociar una rebaja en el Cupo vasco a cambio de dar estabilidad a la legislatura de Rajoy.
En el PP se da por hecho incluso que el próximo presidente de la Generalitat será Oriol Junqueras, aunque se verá obligado a pactar muy probablemente con los comunes y quizá con el PSC. A pesar de la buena imagen que el líder de ERC tiene en Madrid gracias a sus reuniones distendidas con la vicepresidenta y con sectores empresariales, los populares optan por la prudencia. “Habrá un nuevo ciclo, aunque será convulso”, auguran ante el posible advenimiento de un tripartito.