División sin precedentes en la azarosa historia del proceso independentista. A pocos meses de la fecha señalada para celebrar un referéndum sobre el futuro de Cataluña, tal como exige la CUP y promete Junts pel Sí, la marca catalana de Podemos, CSQP, ha roto con la equidistancia mantenida hasta ahora, y rechaza dar apoyo a unos Presupuestos de la Generalitat de 2017 que avalan económicamente una vía unilateral.
De esta forma, el Gobierno catalán asiste hoy la votación de unas cuentas que saldrán adelante gracias a los dos votos que cederán los cupaires. Pero también deberá afrontar la imagen de un Parlamento dividido en dos, que demuestra la incapacidad de ampliar el apoyo social a la hoja de ruta secesionista.
CSQP ha dejado muy clara su apuesta por un referéndum legal y pactado, frente a unas cuentas catalanas que mantienen una disposición adicional, la número 31, que incluye una partida destinada a la consulta. El dictamen del Consell de Garanties Estatutàries, que rechaza ese monto económico por inconstitucional, solo ha servido para que JxSí presente una enmienda que mantiene la previsión junto a una referencia al posicionamiento de ese órgano parlamentario, pero también para que el PSC haya anunciado que presentará un recurso ante el Tribunal Constitucional. Una medida que otros grupos podrían secundar.
La desobediencia de JxS, a prueba
Así, CSQP, PSC, Ciudadanos y PP votarán hoy en contra de las cuentas de la Generalitat para 2017, mientras que los antisistema darán un sí condicionado. Confiesa la formación de Anna Gabriel que a la vicepresidencia económica, cuyo titular es Oriol Junqueras, le ha faltado más vocación social.
Pero los antisistema no quieren pasar como los boicoteadores del procés, de ahí que sucumbieran al ultimátum del presidente, Carles Puigdemont: “Sin presupuestos no hay referéndum”. A cambio, el exalcalde de Girona radicaliza junto a Junqueras su pulso institucional, sin perder de vista que el secesionismo se encuentra en un callejón sin salida y que la solución menos traumática sería el diálogo con el Gobierno.
Esa dualidad, que Puigdemont y Junqueras rubricaron en una carta publicada en el diario El País, llevan a los partidos de la oposición al convencimiento de que se avecina un adelanto electoral. Tras la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat, hay luz verde para convocar el referéndum. Ya no hay excusas. La previsible impugnación por parte del Estado pondrá a prueba la capacidad de desobedecer de PDECat y ERC. La CUP estará muy atenta a ello, pues ya exige fecha y pregunta.