“Posición incómoda”. Así definen su situación los letrados del Parlamento catalán por las iniciativas independentistas y las advertencias del Tribunal Constitucional (TC). El secretario general y el letrado mayor advierten de las consecuencias de “ignorar” de nuevo al TC con la aprobación de los presupuestos del referéndum.
Estos letrados, funcionarios, se han mantenido hasta ahora en un segundo plano en relación al debate secesionista, aunque en el último año han mostrado sus reticencias ante los muchos pasos que se daban en el Parlament.
Lectura en el pleno
El gesto más visible se produjo este miércoles, con motivo de la aprobación de la disposición adicional sobre el referéndum incluida en los Presupuestos de 2017 y que el Consell de Garanties Estatutàries de la Generalitat consideró inconstitucional.
El secretario general del Parlament, Xavier Muro, y el letrado mayor, Antoni Bayona, emitieron una nota, leída ante el pleno, en la que advirtieron de las consecuencias de “ignorar” nuevamente al TC con motivo de la aprobación de esta disposición.
Malestar prolongado
La lectura es solo un ejemplo más de la “incomodidad” por parte de algunos letrados ante las desobediencias reiteradas al TC desde la mayoría independentista. El “malestar” se prolonga desde hace tiempo, según recoge Efe de fuentes parlamentarias y como explicó este medio.
Entre los motivos de ese malestar está, por ejemplo, el “no compartir la distinción entre democracia y legalidad” que habitualmente esgrimen los grupos independentistas para defender la celebración del referéndum pese a la negativa por parte del Estado y las sentencias del TC.
Se inventan la legalidad
Una distinción entre democracia y legalidad que “no entra en la cabeza” de los letrados en su condición de juristas y que, en consecuencia, les sitúa en una posición complicada, ya que lamentan que los partidos independentistas “se estén inventando la legalidad”.
Los letrados han admitido así en reiteradas ocasiones a personas de su entorno que se sienten “utilizados” por todos los grupos, al entender que éstos usan sus informes para sus propios intereses; además, temen que el Estado acabe utilizándoles a ellos como “castigo ejemplarizante” hacia el resto de funcionarios catalanes.
Dimisión
Entre el cuerpo de letrados se extiende la sensación de que los partidos independentistas no son conscientes de las “consecuencias de sus acciones” y están infravalorando la capacidad de reacción del Estado y su preparación para actuar ante los escenarios que se avecinan.
Esta situación llevó a que Bayona pidiera hace tiempo cesar en su cargo al no sentirse cómodo con las decisiones de la Mesa actual, pero la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, no aceptó su dimisión.
Forcadell quiere voces críticas
Las citadas fuentes atribuyen esta decisión de Forcadell al hecho de que “valora tener voces críticas que le adviertan de las posibles consecuencias de esas acciones”.
Los servicios jurídicos de la cámara catalana han procurado advertir a los grupos parlamentarios de las posibles ilegalidades en que podrían incurrir, blindándose ante un proceso judicial contra miembros del Parlament por desobediencia al TC.