Albert Batalla (La Seu d'Urgell), Marc Castells (Igualada), Miquel Buch (Premià), Carles Puigdemont (exalcalde de Girona), Mercè Conesa (Sant Cugat) y Daniel Cornellà (Celrà).

Albert Batalla (La Seu d'Urgell), Marc Castells (Igualada), Miquel Buch (Premià), Carles Puigdemont (exalcalde de Girona), Mercè Conesa (Sant Cugat) y Daniel Cornellà (Celrà).

Política

¿Qué fue de la 'generación BlackBerry' de CDC?

Ninguno de los jóvenes cachorros convergentes que debían sustituir a Artur Mas, Francesc Homs o David Madí ha logrado tener peso en el plano institucional o en el nuevo PDECat

26 diciembre, 2016 23:00

Aseguraban que ese calificativo era cosa del PSC, pero lo cierto es que en CDC también hubo una generación BlackBerry. Se trata de aquella formada por jóvenes cachorros convergentes que debía suceder a Artur Mas. Sin embargo, la convulsa historia reciente de esta formación les ha condenado a ser, politicamente hablando, una "generación perdida".

Si el pospujolismo aupó a dirigentes como Artur Mas, David Madí, Francesc Homs o Germà Gordó, una nueva hornada de convergentes, muchos de ellos formados en las Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC), estaba llamada a tomar el relevo. Pero el proceso secesionista, los enredos judiciales de CDC y la prematura retirada de Artur Mas de la primera línea política orquestada por la CUP, con la consecuente designación de Carles Puigdemont como president, trastocó ese orden sucesorio. Hoy, ninguno de aquellos cachorros mantiene un peso destacado a nivel institucional o dentro de PDECat.

Cuminal, hacia la empresa privada

Así, un dirigente como Jordi Cuminal, que fue director de Comunicación de la Generalitat y mano derecha de Artur Mas, ha pasado a un llamativo segundo plano. Acaba de darse de alta como autónomo, con la vista puesta en convertirse en emprendedor en un futuro. Por ello, ha hecho la preceptiva petición de compatibilidad en el Parlamento catalán, donde es diputado.

El último impacto mediático de Cuminal tuvo lugar en julio, durante el congreso de refundación de CDC. Entonces, fue el único dirigente convergente que dio la cara cuando la militancia se amotinó en contra de los nombres propuestos para el nuevo partido.

De ese congreso salió una nueva ejecutiva de la que se quedaron descolgados miembros de esa generación BlackBerry, integrada por cargos de entre 35 y 40 años, que durante meses fueron considerados dirigentes en alza. Dos de ellos vienen del mundo municipal. Ni el presidente de la Asociación Catalana de Municipios (ACM) y alcalde de Premià de Mar (Barcelona), Miquel Buch, ni el alcalde de La Seu d’Urgell (Lleida), Albert Batalla --expresidente de la JNC--, han logrado tener cargos destacados en la ejecutiva de PDECat, pese a que tenían un importante ascendente entre las bases.

La hermana de Homs

En su lugar, se ha abierto paso el desconocido David Saldoni, alcalde de Sallent (Barcelona), exsecretario de organización de la JNC, que ahora es responsable del mundo local en la dirección de PDECat. Otro alcalde, en este caso de Igualada, Marc Castells, que no está identificado con ninguno de los sectores convergentes, sí ha logrado formar parte de la ejecutiva. Una ejecutiva presidida todavía por Artur Mas --¿quién dijo renovación?-- donde la falta de tiempo ha impedido que Puigdemont coloque a sus hombres y mujeres afines.

Sin embargo, hay dos delfines de aquel antiguo núcleo duro de Mas que sí tienen o tendrán cometidos importantes. Joan Vidal de Siurana, que había sido jefe de gabinete de Artur Mas, es actualmente secretario de Gobierno de la Generalitat. Mientras, Mercè Homs, hermana del portavoz del partido en el Congreso, Francesc Homs, gana enteros como candidata de PDECat a la alcaldía de Barcelona, una vez se confirme la retirada de Xavier Trias y la renuncia de Joaquim Forn --otro miembro del pinyol de Artur Mas-- a sustituirle como cabeza de lista.

Mercè Homs comparte lugar de nacimiento, Vic (Barcelona), con Marta Pascal, quien, contra todo pronóstico, se hizo con las riendas de PDECat por delante de esa generación ahora difuminada.