El independentismo y los 'Comuns', enfrentados de nuevo por la muerte de Castro

El entorno convergente ha saltado a la yugular --digital-- del primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello, por elogiar la revolución cubana en un tuit en el que expresaba su opinión tras la muerte de Fidel Castro.

El fondo de la crítica ha sido sacar a relucir el modelo político que la formación liderada por Ada Colau quiere para la ciudad de Barcelona. Desde el economista Xavier Sala-i-Martin al tertuliano y extrabajador del ahora inexistente Centre d'Estudis Jordi Pujol, Jordi Graupera, han cargado contra el concejal. "Me parece peligroso que el ideal de país de quien gobierna Barcelona sea uno del que sus ciudadanos intenten huir en patera", ha afirmado el economista de Columbia en una hilera de tuits en los que también le interrogaba sobre si "éste se es el camino" que quiere para la capital catalana.

Por su parte, Graupera --que también es director del Catalan Institute en Nueva York, un organismo que recibe fondos de la Generalitat-- le ha reprochado su loanza a un régimen político en el que no han existido "las elecciones libres". "No vamos en el mismo equipo", ha apostillado.

¿Y la CUP?

La CUP también ha mostrado su simpatía con el exdictador en un tuit en el que se despedían de él afectuosamente: "Hasta siempre, comandante!", decían los anticapitalistas a través de su cuenta oficial de Twitter. Esta muestra de cariño, sin embargo, no ha desatado la polémica entre sus socios moderados en el llamado proceso independentista.

Todo parece indicar que la polémica suscitada en las redes tenía como telón de fondo la reñida pugna que existe entre el entorno de la antigua Convergencia y los comunes tras el fulgurante ascenso del partido de Colau, también en los ámbitos nacionalistas.