Jill Stein se ha convertido en la cara visible de los ciudadanos que se manifestaron alrededor de Estados Unidos durante la semana posterior a las elecciones, en oposición a la victoria de Trump. Fue la candidata presidencial por el Partido Verde y lidera una campaña para conseguir un recuento de votos en algunos estados clave: Michigan, Pennsylvania y Wisconsin. El objetivo es llegar a los seis o siete millones de dólares; de momento, ha recaudado más de 4,6.
Son las sospechas de hackeo, que apuntan en la dirección de Rusia, las razones por las que Stein decidió iniciar la campaña. “Debe investigarse este asunto antes de que los resultados de las elecciones presidenciales de 2016 sean definitivos”, ha afirmado. “Nos merecemos unas elecciones en las que podamos confiar”.
¿Apoyo de Clinton?
La campaña busca ahora el apoyo de Hillary Clinton. Los resultados favorables a la candidata demócrata en el voto presencial dista mucho del recuento del voto electrónico que sitúa a Trump vencedor en algunos Estados. Este viernes es el último día para pedir un segundo recuento de votos en Wisconsin, donde Trump ganó por una diferencia del 0,7% de los votos.
El margen en Pennsylvania es del 1,2%, y la fecha límite es el lunes. Michigan todavía no tiene un resultado definitivo, aunque el presidente electo cuenta, de momento, con una ventaja del 0,3%. Stein tiene hasta el 30 de noviembre para solicitar una revisión del resultado en ese Estado.