La estelada de Sant Cugat, al suelo. Vecinos del municipio barcelonés han descolgado la bandera independentista de la plaza Octavià después de que la alcaldesa, Mercè Conesa, desobedeciera al juez. El magistrado había ordenado quitar la enseña de la plaza Lluís Millet de la localidad. El miércoles, el consistorio la descolgó y la izó delante del monasterio. La nueva ubicación ha durado horas, pues un grupo de vecinos la ha arriado de madrugada.
Conesa burló al juez de la sala contencioso administrativa número 15 de Barcelona, que emitió un auto el miércoles emplazando a descolgar la bandera secesionista en diez días. La resolución daba respuesta a una denuncia previa de Sociedad Civil Catalana.
Finta al juez
El mismo día, la alcaldesa anunció que "acataría" la comunicación judicial, e hizo un alegato a favor de la "libertad de expresión". Poco después, técnicos municipales arriaban la bandera y la colgaban de nuevo en un poste de la plaza Octavià, donde antes había ondeado una senyera, la bandera oficial de Cataluña.
De madrugada, vecinos de la localidad han descolgado la enseña y han repartido pasquines contra el "robo del espacio público", la "división" y en favor de "un Sant Cugat para todos".