Pocas caras nuevas, equilibrios de poder y reparto de funciones. Así es el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy, donde Soraya Sáenz de Santamaría y Luis de Guindos se convierten en las piezas claves tras aumentar sus respectivas competencias.
Santamaría asume la vicepresidencia y el Ministerio de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales, por lo que será la encargada de gestionar el conflicto independentista catalán. Aunque sin la portavocía, vuelve a ser la número dos de un Ejecutivo, donde entra María Dolores de Cospedal como ministra de Defensa en sustitución de Pedro Morenés. De esta forma se apacigua en eterno enfrentamiento entre Moncloa y Génova, es decir, entre Santamaría y Cospedal. El presidente popular se sentía en deuda con la dirigente manchega, pero dada la condición de hombre de negocios de su marido Rajoy ha preferido no destinarla a un ministerio con más actividad presupuestaria, como podría ser por ejemplo Fomento.
La secretaria general del PP entra en el Gabinete de Rajoy acompañada de un dirigente afín. Se trata del Juan Ignacio Zoido Álvarez, exalcalde de Sevilla y que asume la cartera de Interior en sustitución de Jorge Fernández Díaz. En medios políticos se daba por amortizado a Fernández, envuelto en el escándalo de la grabación de sus conversaciones con el exdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel de Alfonso, en las que supuestamente conspiraban contra el proceso independentista.
Adiós a Margallo
La cuota catalana es ocupada por Dolors Montserrat, valor en alza en el PPC y que será la titular de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. También sale del Gobierno español José Manuel García-Margallo, hasta ahora ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación. Margallo, que estaba considerado como un verso libre dentro del Ejecutivo, es sustituido por el diplomático Alfonso Dastís Quecedo, hasta ahora embajador de España ante las instituciones europeas.
Repite al frente del Ministerio de Justicia Rafael Catalá. También lo hace Cristóbal Montoro al frente del Ministerio de Hacienda y Función Pública, aunque pierde las competencias en Administraciones Públicas a favor de Santamaría. Por el contrario, gana peso en el Ejecutivo Luis de Guindos, que vuelve como ministro de Economía, asumiendo Industria y Competitividad.
Al frente del Ministerio de Fomento estará Íñigo de La Serna, mientras que la cartera de Educación, Cultura y Deporte sigue en manos de Íñigo Méndez de Vigo, que además se convierte en portavoz del Gobierno. Fátima Báñez sigue en el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, mientras que Álvaro Nadal será el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital. Isabel García Tejerina repite como ministra de Agricultura, Pesca Y Alimentación y Medio Ambiente.