La crisis que se vive en la dirección del PSOE está contaminando al Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados, como no podía ser menos.
Algunos de los diputados se llevan las manos a la cabeza cuando oyen los preparativos de la movilización de militantes alrededor de la sede del PSOE el próximo sábado al tiempo que se celebra la reunión del comité federal en la madrileña calle de Ferraz. “Esto es un grave atentado a la convivencia del partido y, más, es una grave irresponsabilidad”, afirman.
Les parece más normal, sin embargo, que Susana Díaz envíe a Verónica Pérez a dar una rueda de prensa multitidinaria en plena calle ante la misma sede para decir que ella es la única autoridad del partido.
Solo hablan los críticos
Los diputados socialistas todavía no han movido pieza. En la reunión que mantuvieron esta semana, las intervenciones de los críticos con Pedro Sánchez fueron mayoría. Muchos de estos diputados, decidieron dar un paso adelante y mostrar su posición en público, ante los medios de comunicación. Desde entonces no se ha producido ningún paso más porque “estamos esperando a la celebración del comité federal. Cuando el comité se pronuncie, el Grupo Parlamentario algo tendrá que decir”.
Los críticos no reconocen como secretario general a Sánchez “porque ha dimitido más de la mitad de la ejecutiva”. Es decir, no reconocen tampoco su papel en el Grupo Parlamentario ni el de su dirección.
Apelar a la Constitución
En estas últimas horas, los diputados han desempolvado la Constitución. En concreto, el artículo 67.2, que habla de los miembros electos en el Congreso: “Los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados a mandatos imperativos”, es decir, lo que comúnmente se conoce como la disciplina de voto y que todos los diputados cumplen a rajatabla.
De momento, todo el mundo está quieto a la espera de lo que suceda en el comité federal pero no hay duda de “que si el partido está profundamente dividido también lo está el grupo parlamentario”. Nadie se atreve a hacer predicciones, pero el artículo 67.2 corre de mano en mano y está a la orden del día de las llamadas telefónicas. Las dos facciones socialistas están empeñadas en “una lucha suicida”, como afirma un diputado socialista considerado cercano a Sánchez y que ahora muestra sus dudas. Hasta ahora no han atravesado la línea divisoria entre Ferraz y la Carrera de San Jerónimo. A partir del lunes, todo puede ser. El artículo 67.2 tiene la solución.