El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, ha prometido este lunes la separación del territorio de España para septiembre de 2017. El jefe del ejecutivo autonómico, con un tono más crispado que los días anteriores, ha avisado de que su equipo elegirá entre un referéndum (pactado o no con el Estado) o una declaración unilateral de independencia. Será tras unas elecciones constituyentes en la región, y la fórmula final, ha aclarado con una ambigüedad calculada, será "la que sea viable".
En un cambio de argumentos respecto a las propuestas desgranadas durante la Diada, cuando reclamó una consulta pactada con el Gobierno, Puigdemont ha señalado que "el proceso culminará en junio o septiembre a todo tardar".
Ambigüedad en la vía
Pasadas las manifestaciones independentistas del domingo, el president ha elevado el tono y ha avanzado que ahondar en la hoja de ruta soberanista "no es incompatible" con el rechazo del Gobierno a una secesión unilateral.
"Trabajaremos para que todo esto culmine, que es lo que nos han encargado. Si es con un referéndum, éste tiene que ser con todas las garantías democráticas, vinculante y con la participación necesaria", ha abundado.
Si la consulta no fuera posible, la alternativa sería celebrar unas elecciones constituyentes, que resultarían, según él, en un Parlament "legitimado para actuar como una República".
Referéndum 'ad hoc'
A este respecto, el dirigente del CDC ha argüido que el Parlament pergeñará un referéndum al uso si no hay acuerdo con el Gobierno. "No podemos aceptar que otros fijen las condiciones de participación si no hay acuerdo: las fijará el Parlament", ha expuesto.
Las posibles garantías democráticas de esta cita serían homologables "a los usos y costumbres internacionales", según él. "Ello garantizaría el reconocimiento internacional", ha considerado.
"Estará todo a punto"
A pesar de regresar a la vía unilateral tras haber tendido la mano al Gobierno el viernes --en el discurso oficial de la Diada-- y el sábado --en un encuentro con corresponsales de medios de comunicación extranjeros--, Puigdemont ha asegurado que el territorio "estará a punto" para separarse de España.
"Tenemos un volumen ingente de trabajo, por ejemplo, 3.000 tratados internacionales inventariados", ha admitido.
Con respecto a la Hacienda catalana, el president también ha garantizado que estará lista. "Cuando el pueblo catalán valide la vía, la única Hacienda para pagar impuestos será la nuestra", ha amenazado.