El Concierto ahorra a los vascos 4.000 millones de euros anuales
Los especialistas concluyen que el cálculo incorrecto del Cupo y de los ajustes por IVA hacen del sistema de financiación especial del País Vasco un privilegio injustificado
8 octubre, 2015 22:34En los últimos días ha resucitado el debate sobre el Concierto Económico vasco y el Convenio navarro. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ambos socialistas, levantaron la liebre a principios de la semana, y desde entonces ha sido el tema estrella de la actualidad política nacional.
Díaz y Puig han coincidido en denunciar lo que consideran un trato fiscal privilegiado para vascos y navarros y han pedido corregir las “asimetrías”, lo que ha generado todo tipo de opiniones contrapuestas, desmentidos y matizaciones.
Discrepancias en el PSOE
En el propio PSOE ha habido posiciones enfrentadas. La secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, ha salido en defensa del Cupo, asegurando que “no hay que tocarlo”. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado que “los socialistas se sienten agusto con el Concierto y con el Cupo vasco”, cuando unos días antes se mostró partidario de actualizarlo. En cambio, el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, ha considerado que el Cupo es “revisable”. Mientras que el líder del PSC, Miquel Iceta, también ha instado a “modularlo”: “Cupo, sí; cuponazo, no”.
Por su parte, el lehendakari vasco Iñigo Urkullu y la presidenta del Gobierno foral de Navarra, Uxue Barkos, ya han advertido de que no aceptarán que se modifique el modelo de financiación de sus respectivas CCAA. Y el PP, que inicialmente se puso de perfil, ha acabado por hacer una defensa férrea del Concierto, y ha criticado al PSOE y a C's --quienes siempre se han opuesto al Concierto-- por reabrir esta cuestión.
Críticas recurrentes
En todo caso, el debate sobre esta cuestión es recurrente. En 2005, el entonces presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, lo calificó de “inadmisible”. Y hace dos años, el líder del PSC, Pere Navarro, pidió su supresión.
Incluso un reciente informe de Hacienda --en el marco de la renovación pendiente del sistema de financiación autonómica-- recoge las críticas de buena parte de los gobiernos autonómicos por la falta de participación en los mecanismos de solidaridad interterritorial del País Vasco y de Navarra.
Cálculos sesgados a favor del País Vasco y Navarra
Lo cierto es que en los últimos tiempos son numerosos los análisis que aseguran que el Concierto y el Convenio suponen un trato privilegiado para vascos y navarros. Ambos sistemas tributarios --basados en los “derechos históricos de los territorios forales” que reconoce la Constitución-- consisten, básicamente, en que el País Vasco y Navarra recaudan directamente la mayor parte de los impuestos y, posteriormente, entregan a la Administración General del Estado una cantidad --el Cupo-- para cubrir los servicios que esta presta en esos territorios y por las competencias no transferidas.
El problema estriba en que, según los críticos, el cálculo de esa cantidad es incorrecto, por tener un claro sesgo a la baja y por no incluir ninguna cuota de solidaridad interterritorial --pese a ser dos de las CCAA con mayor renta per cápita--. De hecho, ni siquiera coinciden los cálculos realizados por el Gobierno central y los del Ejecutivo autonómico vasco. Además, el cálculo de los ajustes por IVA sería injustificada y desorbitadamente favorable al País Vasco y Navarra.
De la Fuente: 4.500 millones de euros
Uno de los analistas que más ha estudiado esta situación es Ángel de la Fuente, investigador del Instituto de Análisis Económico del CSIC y coordinador de Sistema de Cuentas Públicas Territorializadas (una suerte de balanzas fiscales) que ha elaborado el Gobierno.
Según los trabajos de De la Fuente, en 2007 --año en que se puso en marcha el último acuerdo para calcular el Cupo--, las incorrecciones en los cálculos de los servicios prestados por el Estado en el País Vasco y en los ajustes por IVA supusieron una infracontribución de casi 4.500 millones de euros. Una situación que, según afirma el analista, se ha mantenido alrededor de esas cifras en los años siguientes.
Buesa: 2.000 millones, solo el Cupo
El catedrático de Economía de la Universidad Complutense de Madrid Mikel Buesa ha calculado que “el sistema de privilegio” que supone el Cupo le ha supuesto al País Vasco en los últimos años más de 2.000 millones de euros anuales, sin incluir los ajustes por IVA.
Para Buesa, estos recursos “pueden considerarse como una transferencia del resto de España” y significan “un estafa o engaño al conjunto de los ciudadanos españoles”.
Matilla: 1.820 millones por el ajuste de IVA
El inspector de la Agencia Tributaria Javier Vicente Matilla, en un informe publicado en 2012, computó que el error del ajuste por IVA a favor del País Vasco ascendía a 1.820 millones de euros anuales.
Matilla tildó esta situación de “injusta” y aseguró que el régimen foral está, en realidad, “subvencionado por el Estado” o por los contribuyentes del resto de las CCAA.
Borrell critica la capacidad de bloqueo del País Vasco
El ex ministro socialista y ex presidente del Parlamento Europeo Josep Borrell es otro de los especialistas que ha cuestionado con más intensidad el Concierto vasco y, más concretamente, el cálculo del Cupo, que considera “injusto”.
Borrell critica especialmente que la normativa establezca la necesidad de un acuerdo entre el Gobierno central y el autonómico para cambiar el método de cálculo del Cupo, lo que en la práctica otorga al Gobierno vasco un derecho de bloqueo en una situación como la actual, en la que sale claramente beneficiado.
El ex ministro considera que este sistema responde a una suerte de pacto político implícito que respondía a la especial situación que se vivía en el País Vasco con el terrorismo, y que se aceptaba porque, aunque injusto, era asumible a nivel nacional.
El Gobierno vasco rechaza las críticas
Desde el Gobierno vasco, en cambio, no comparten estas posiciones. En su defensa argumentan que el Cupo pactado debe abonarse independientemente de que “vayan bien o vayan mal las finanzas” del País Vasco, lo que supone un gran riesgo.
Sin embargo, no dudan en defender con uñas y dientes este sistema.
De hecho, el propio ex presidente del PNV Xabier Arzalluz, en un artículo publicado en el diario Deia en 2002, se jactaba de no haber hecho caso a Jordi Pujol durante la Transición, cuando este le recomendó rechazar el Concierto.