Papeletas electorales

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Política

La participación de última hora en el 27S podría jugar en contra del bloque nacionalista

En 2012 el apoyo a C's se multiplicó por dos en los votantes de última hora. Si esta tendencia se mantiene en los comicios de otoño será en detrimento de los intereses secesionistas

2 septiembre, 2015 11:51

Diversos expertos en ciencia política y comportamiento electoral han señalado que una participación de última hora en los comicios del 27 de septiembre podría repercutir negativamente en el bloque nacionalista.

La pugna electoral ha obligado a los partidos políticos a impulsar cambios en sus filas para intentar atraer el máximo de votos posibles a sus respectivas candidaturas. Si la 'jugada maestra' parecía ser la esperada confluencia bajo una misma lista de Mas y Junqueras, la elección de Xavier García-Albiol al frente del PPC ha dado un giro de 180 grados en las expectativas electorales.

El último en advertir esta situación ha sido el doctor en Ciencia Política por la Universidad de Oxford y actual profesor en la Universidad Carlos III de Madrid, Lluís Orriols, que en un artículo publicado este martes en El País ha dado la razón al candidato popular en su afirmación de que "el éxito del soberanismo dependía de que la participación se quedara por debajo del 72% de los votos".

En 2012 el apoyo a C’s se multiplicó a última hora

"Las encuestas indican que en 2012 el aumento de participación a última hora perjudicó los intereses del bloque independentista", afirma Orriols en su revelador artículo. Sin ir más lejos, prosigue Orriols, el CIS mostró que el apoyo a CiU entre los que decidieron su voto durante la campaña electoral "se reducía a prácticamente la mitad con respecto a los votantes que ya tenían decido su voto".

El partido de Albert Rivera, por su parte, experimentó la situación inversa: el apoyo a Ciutadans se multiplicó por dos entre estos votantes de última hora.

El 9N demostró el abstencionismo diferencial

El colectivo no independentista ha sido tradicionalmente más abstencionista por lo que respecta a las elecciones autonómicas y municipales de Cataluña. El profesor de Historia en la UB y vicepresidente de SCC, Joaquim Coll, ha señalado que "Cataluña es una comunidad abstencionista, sobre todo donde vive el 75% de la población, en el litoral y las zonas metropolitanas de Barcelona y Tarragona".

Este abstencionismo circunscrito en el área metropolitana coincide, además, con un electorado potencialmente no independentista. Si se observa la participación en el simulacro de consulta secesionista del 9N, queda reflejado que la afluencia solo alcanzó el 50% del censo en la Cataluña interior.

Por el contrario, en el litoral no fue más allá del 30%, y en muchos municipios metropolitanos se quedó muy por debajo del 20%.

El colectivo no independentista llega motivado

No cabe duda de que el bloque soberanista está motivado para acudir a las urnas el próximo 27S. Orriols, sin embargo, advierte de que las últimas encuestas "apuntan que el colectivo no independentista llega a esta campaña electoral tan o incluso más animado a ir a votar que tres años atrás".

Y es que todo indica que la alta participación registrada en 2012 se podría repetir tanto en los partidarios de la secesión como en los que no quieren que Cataluña deje de formar parte de España. Un incremento que, como demuestran todos los sondeos, únicamente perjudica al bloque nacionalista.

Campañas de movilización

Conscientes de esta variable, los partidos constitucionalistas han iniciado una campaña para rentabilizar su apoyo electoral. Xavier García-Albiol ha sido una de las voces más claras a este respecto, pero no la única.

Desde la entidad unionista Societat Civil Catalana se ha llamado a la movilización en varias ocasiones. El presidente de la entidad, Josep Ramon Bosch, ha señalado la "importancia" de la que participación sea "alta" para "derrotar al independentismo".

El papel de Catalunya Sí que es pot

La confluencia de izquierdas también podría resultar un revulsivo para atenuar el abstencionismo. Pese a su ambigüedad respecto a las tesis secesionistas, lo cierto es que sus principales coaliciones amigas --Barcelona en Comú, Guanyem-- han conseguido movilizar a una parte de los abstencionistas.

En las elecciones municipales de mayo, la participación en la capital catalana se elevó hasta el 60,6 % --en comparación al 53% de 2011-- resultando ganadora Ada Colau, que ya apuntó a la alta participación como un factor "clave" en su victoria.

Independientemente de las encuestas, el escenario del 27S es imprevisible y, ante ello, las formaciones preparan sus mejores estrategias para maximizar su apoyo.