Una de las consignas habituales en las manifestaciones de los partidos y organizaciones que defienden la secesión de Cataluña es la de “Sense València, no hi ha independència” (“Sin Valencia, no hay independencia”, en castellano). Refleja la vieja aspiración del independentismo catalán de construir lo que denominan “Países Catalanes”, esto es, un Estado que incluya Cataluña, la Comunidad Valenciana, las Islas Baleares, Andorra, una parte de Aragón (conocida como La Franja) y de Murcia (la zona de El Carche), el Rosellón (en Francia) y el Alguer (en Italia).
Los tics pancatalanistas son también frecuentes en las actuaciones de la Generalitat --como puede comprobarse en TV3 o en los libros de texto de las escuelas públicas--, lo que ha generado las quejas de destacadas personas e instituciones de algunos de estos territorios (por ejemplo, en la Comunidad Valenciana y el Alguer).
Un proyecto transversal del independentismo
Algunos partidos --como ERC y la CUP-- recogen en sus programas políticos o electorales la aspiración a construir en el futuro esa 'gran Cataluña'. Un proyecto que tampoco esconde el Consejo Asesor para la Transición Nacional (los 'sabios' que guían a Mas hacia la secesión) en uno de sus informes. Incluso la Constitución que el juez Santiago Vidal redactó para la hipotética Cataluña abre la puerta a una posible expansión territorial futura anexionando los territorios colindantes.
En los últimos días, este debate se ha reabierto a raíz de unas declaraciones del consejero de Justicia de la Generalitat, Germà Gordó, llamando a no “olvidar la nación completa” tras una supuesta secesión de Cataluña. El dirigente de CDC incluso ofreció la nacionalidad catalana a los ciudadanos residentes en cualquier territorio de los 'Países Catalanes'.
¿Qué dicen las urnas?
Sin embargo, ¿existen realmente los 'Países Catalanes'? Si se toma como referencia los resultados electorales en los principales territorios (esto es, Cataluña, la Comunidad Valenciana y Baleares), se constata que los partidos nacionalistas --que son los que aspiran a la construcción política de los Países Catalanes-- tienen y han tenido un apoyo muy minoritario.
En las últimas tres elecciones generales (2011, 2008 y 2004) los partidos no nacionalistas cosecharon entre el 77% y el 84% de los votos a formaciones que obtuvieron representación en el Congreso por esas tres CCAA, mientras que los partidos nacionalistas se movieron entre el 16% y el 23%. No se trata de una situación coyuntural, los porcentajes de las formaciones nacionalistas no mejoran en las elecciones anteriores.
Así las cosas, estos resultados dejan sin recorrido uno de los mitos al que el independentismo apela de forma intermitente, como es el de reivindicar la construcción de los 'Países Catalanes' en base al apoyo popular en los territorios que supuestamente los conformarían.