Política

El culebrón del tranvía

El debate sobre la posible conexión por la Diagonal se remonta prácticamente a la entrada en servicio del tranvía. Lo planteó Hereu, lo enterró Trias y lo ha resucitado Colau.

18 julio, 2015 02:00

Los tranvías dejaron de circular por Barcelona en 1971 -salvo la excepción simbólica del Tramvia Blau-, tras casi un siglo de servicio. Y se recuperaron en 2004, con la entrada en funcionamiento de las dos lineas actuales: el Trambaix, que transcurre desde Francesc Macià hasta diversos municipios del Baix Llobregat, cruzando la parte alta de la Diagonal, y el Trambesòs, que cruza la parte baja de la avenida hasta Sant Adrià del Besòs. En medio, un fragmento comparativamente corto de Diagonal sin tranvía. Y una polémica no precisamente corta.

El proyecto original de reintroducción del tranvía en Barcelona contemplaba la unión de Trambaix y Trambesós en línea recta por la Diagonal, en una segunda fase de construcción. Pero esta fase se fue demorando, con un manifiesto interés decreciente del Ayuntamiento -entonces, en manos del PSC- por acometer las obras.

Este desinterés puede explicarse, al menos en parte, por las molestias para los conductores que causó la larga obra de los dos tramos actuales, de casi tres años. Unas molestias que aun se calculaban mucho mayores para el tramo más céntrico de la Diagonal. Ante las dudas sobre sacar adelante un proyecto de esta envergadura sin asegurarse el apoyo de la opinión pública, el ex alcalde socialista Jordi Hereu decidió someter la iniciativa a consulta en 2009. Y le salió rana.

La consulta de Hereu

Hereu propuso de inicio dos opciones de reforma del tramo central de la Diagonal. Una, con una rambla central. La otra, con aceras agrandadas en los laterales. Ambas opciones contemplaban el paso del tranvía. Pero el entonces líder de la oposición, Xavier Trias, consiguió de Hereu que la consulta incluyera una tercera opción: no hacer ninguna reforma. Y esta resultó ser la opción vencedora, por amplio margen.

Con gran habilidad táctica -y no poca ayuda mediática-, Trias hizo de la oposición al tranvía por la Diagonal su gran caballo de batalla contra Hereu. A pesar de que antes el convergente había llegado a recriminar al socialista en el pleno municipal que no apostara claramente por la conexión por la Diagonal. El fiasco de la consulta de la Diagonal fue la tumba política de Hereu, que perdió las elecciones de dos años después a manos de Trias. Pero el nuevo alcalde, que había rechazado reformar la avenida, enseguida recuperó la idea.

La reforma de Trias, concluida justo antes de las elecciones, amplió las aceras laterales, eliminó las intermedias, y trasladó el carril bici a la calzada. Una reforma que no reservaba espacio para ningún futuro tranvía, con lo que el proyecto de conexión parecía ya fenecido. Pero solo unos meses después, la nueva alcaldesa, Ada Colau, lo ha recuperado.