El PSC entrega la Diputación de Tarragona a un imputado por malversación y blanqueo de CDC
Una abstención del PSC hubiera sido suficiente para permitir la investidura de Josep Poblet, pero algunas fuentes apuntan a un pacto entre ambas formaciones para repartirse el poder de un ente que tiene un presupuesto superior a los 140 millones de euros.
19 junio, 2015 11:07El acuerdo alcanzado entre CiU y PSC revalida el mando del dirigente nacionalista Josep Poblet en la Diputadicón de Tarragona. El PSC no ha tenido reservas a la hora de entregar la Diputación a Poblet, imputado por el 'caso Innova', pese a que perdió la mayoría en las urnas en las elecciones del pasado 24 de mayo.
El alcalde de Tarragona del PSC, Josep Fèlix Ballesteros ha justiciado dicha decisión alegando que "es el resultado de un acuerdo entre dos personas que se miran a la cara con la mirada limpia". Fuentes conocedoras de la operación han afirmado que las conversaciones para cerrar el pacto las han llevado personalmente Poblet, alcalde de Vila-seca, y Ballesteros.
El juez de Reus imputó a Josep Poblet por malversación, blanqueo, prevaricación, tráfico de influencias, falsedad documental y omisión del deber de perseguir delitos, considera que el pacto sociovergente tiene poco de misterioso.
Niegan que exista un "juego de sillas"
Poblet ha destacado que en la legislatura anterior ya se confeccionó una hoja de ruta coincidente a pesar de que entonces CiU se valía y se bastaba sola. CiU tenía en 2011 mayoría absoluta y Poblet fue investido presidente con los votos favorables de PSC, PP y ERC. Ballesteros, por su parte, ha calificado el acuerdo como "una consecuencia lógica".
En este sentido, los socialistas han justificado su decisión para garanitzar la estabilidad de la institución. Una explicación que no acaba de convencer ya que una abstención del PSC hubiera sido suficiente para propiciar la investidura.
"No hay ningún juego de sillas", han comentado Poblet y Ballesteros en la firma del acuerdo. Sin embargo, el dirigente de ERC apuntó a un posible pacto para repartirse el poder entre CiU y PSC en la Diputación, un ente que tiene un presupuesto superior a los 140 millones de euros.