La AN no reabrirá el supuesto soplo a yihadistas

La Audiencia Nacional no va a reabrir la denuncia de los Mossos d'Esquadra por un supuesto soplo de agentes de la Policia Nacional a miembros de la presunta célula yihadista desarticulada en abril por la policía autonómica.

Así lo ha decidido este jueves el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, haciendo caso a la petición de la Fiscalía, que había pedido no reabrir las diligencias sobre la denuncia de los Mossos, que ya fueron archivadas, después de que la policía autonómica haya presentado nueva información sobre el caso.

En el escrito presentado por la Fiscalía se argumentaba que el supuesto soplo, aun de haberse producido, "no ha incrementado el riesgo de ejecución de acciones terroristas". Además, la Fiscalía señala que la investigación sobre la presunta célula yihadista finalizó con "éxito". "La investigación de los hechos no ha resultado perjudicada por la actuación de personas ajenas al procedimiento", añade.

La nueva información de los Mossos, imprecisa

La Fiscalía también se ha mostrado en contra de tener en consideración las nuevas informaciones aportadas por los Mossos, consistentes en el relato de un testigo protegido, y referentes al presunto soplo. "Se trata, en todo caso, de un testigo de referencia que relata en términos genéricos, lo que otras personas le comunicaron sin precisión de más datos adicionales que deban ser valorados y tenidos en cuenta para proceder a la reapertura de la causa", argumenta la Fiscalía.

Según se supo la semana pasada, los Mossos d'Esquadra presentaron una denuncia ante la Audiencia Nacional acusando a agentes del Cuerpo Nacional de Policía de dar un chivatazo a miembros de una presunta célula yihadista readicada en Tarrasa y Sabadell (Barcelona) a la que estaban realizando escuchas, y que finalmente desarticularon. La AN archivó la causa, no sin antes investigar a los agentes por un "presunto delito de revelación de secretos y encubrimiento y colaboración terrorista".

Según su versión, la policía autonómica descubrió, en una de sus escuchas a los presuntos yihadistas, que estos habían sido alertados de que estaban bajo vigilancia. Los agentes de los Mossos comprobaron que uno de los investigados mantenía contactos con "un ciudadano español, no yihadista ni tan siquiera musulmán", y llegaron a la conclusión de que se trataba de un "alto oficial" de la Policía Nacional, que habría dado el chivatazo.