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Política

Fracaso de Boi Ruiz en la campaña de engañifa sanitaria

Boi Ruiz quería lavarse la cara y las manos. No lo ha conseguido. Está manchado de por vida por sus desvergonzados e inmorales recortes sanitarios. Ha hecho de todo para tapar la pérdida de actividad pública sanitaria. Una vez más, esconde o falsea una realidad dramática, mientras vuelve a ser citado el nombre del inefable Josep Prat, y el juez Vidal acredita despreciar los derechos sanitarios.

4 marzo, 2015 04:52

Ha fracasado la campaña denominada de comunicación sobre nuestro holocausto sanitario, montada por Boi Ruiz. La mona se ha resistido a ser vestida de seda. Expuse su carácter falaz desde el primer momento. Hoy lo precisaré más, dado que la destrucción de la sanidad pública continúa y se ensancha. Se quiere vender todo lo que quede que sea vendible. Esto habría llevado a asomar la cabeza al pluriimputado Josep Prat, que continúa manteniendo una relación de amistad y de colaboración con Boi Ruiz.

Boi Ruiz se lo pensará más a la hora de intentar manipular una realidad impresentable. Insolente, chabacano, maleducado, cínico y más cosas, Ruiz es todo lo contrario de un personaje que se pueda enseñar en periodo preelectoral. Encarna las carencias morales que también acreditaron familiares de Pujol al declarar en la comisión del Parlamento autonómico. Respecto al 27S Ruiz pesa como una losa sobre CDC y también sobre ERC, el partido cómplice necesario en la larga masacre de la sanidad pública.

El pujolismo no es un humanismo

Definitivamente, el pujolismo, que incluye de lleno a Mas, no es un humanismo. Están subidos en el árbol del poder y, como les pasa a los monos, están mostrando una parte nada agradable de su cuerpo. En el caso del pujolismo, de su hipócrita cuerpo doctrinal, o de obsesiones.

¿Qué hará ERC, partido que aprobó, uno tras otro, todos los recortes sanitarios de Mas? Mucho depende de si los partidos no independentistas son capaces de jugar fuerte -o sólo un poco- en contra de la destrucción de la sanidad pública y de todo el Estado del bienestar. Por el momento no hay ni indicios, mientras que toda modesta acción cívica queda ahogada por un sistema mediático convertido en un perro pastor de la Generalidad.

De una lista de espera pasamos a dos

Las falacias de Boi Ruiz, al querer hacer creer, por mera proximidad electoral, que las listas de espera se acortaban han querido ocultar el hecho, expuesto sólo aquí, de que ha incrementado la espera a tan sólo, valga la expresión, poder volver a esperar para ser admitido a, ay, las segundas listas de espera. Vamos, que la espera ha aumentado.

Ahora hay dos colas. La primera para entrar en la lista de espera -al alargarse el tiempo de las pruebas diagnósticas- y la otra, la propia de lista de espera en sentido estricto. Si se quiere poner algún corto cataplasma se recurre a enviar enfermos a la sanidad privada.

Un plazo que no se cumplirá

Para aumentar la confusión y por aquello de ir tirando, el siniestro Ruiz y la hoy siniestra Generalidad decidieron fijar un plazo máximo de tres meses para efectuar muchas pruebas diagnósticas. No creo que esto se cumpla, dado que no he conocido ningún médico que lo crea. Desde la administración se pueden poner mil palos en las ruedas haciendo ver que todo es casual. Para decirlo con cinismo jurídico, habrá una espera teórica y legal ("de jure", o sea, según la norma) y una espera real (o "de facto") aún más larga. De una mentira se pasa a otra, como en un viejo juego se va de oca a oca y se tira porque toca.

En la sanidad privada, el ámbito diagnóstico mueve muchos y muchos millones. Lo sabe bien Carles Sumarroca Coixet, miembro fundador de CDC, amigo íntimo de Jordi Pujol Soley. De se un mero campesino ha pasado a poseer, junto con sus hijos, un muy importante grupo privado dedicado a pruebas diagnósticas, así como una multinacional de trabajos de infraestructuras, COMSA EMTE, en la que con frecuencia la Generalidad pujolista le confió grandes obras. El pasado octubre, Carles Sumarroca Coixet fue citado a declarar como imputado en el proceso iniciado contra Jordi Pujol Ferrusola.

La familia Sumarroca

Fijar plazos y no cumplirlos puede ser usado por Ruiz para externalizar aún más las pruebas diagnósticas de la sanidad pública. Hay un elemento objetivo obvio. En efecto, con los recortes, en los hospitales públicos puros y en los viejos hospitales concertados han desaparecido, o son mínimos, los fondos de amortización para pagar nuevo instrumental. Esto afecta a las pruebas diagnósticas que con nuevo equipamiento son más precisas. Por lo tanto, se podrá argumentar que las pruebas externalizadas en la privada (engrasada por los pagos de trabajos para la Generalidad) son mejores, lo que técnicamente puede ser cierto, aunque no profesionalmente. Pero será debido a la voluntad deliberada de destrozar la sanidad pública.

También hay otra forma de acortar las listas. Enlaza con el cinismo compulsivo de Ruiz. Es de esperar que se vayan muriendo las personas en lista de espera. Suelen ser de edad y estar realmente enfermos.

Confundir deliberadamente tipos de cirugía

Hay que añadir una serie de confusiones deliberadamente queridas respecto a los tipos de cirugía. Se agregan y se desagregan los datos relativos a intervenciones con mera finalidad de camuflaje preelectoral. Es decir se suman y se restan cirugías diferentes. Se crea una falsa y falsaria homogeneidad.

Los conceptos aclaratorios son muy diversos: cirugía mayor, cirugía menor, cirugía programada o urgente, o mayor de ingreso o bien ambulatoria, entre otros.

Intervenciones menores y mayores

Una trampa fácil es incrementar las intervenciones de cirugía menor ambulatoria, perfectamente banal, como extirpar un quiste sebaceo o un lunar o un pólipo en una colonoscopia. Pero a la hora de dar datos se las agrega a las de cirugía mayor con ingreso. Viene a ser como decir "el año pasado me compré un vehículo y este año diez", sin precisar que el vehículo del año pasado fue un coche de lujo y los diez de este año una pequeña moto y nueve bicicletas.

Incrementan los actos quirúrgicos sin ingreso, mientras que todos los hospitales públicos tienen plantas de hospitalización cerradas. En las grandes áreas urbanas esto no tiene por qué ser un problema. En cambio, en las rurales la atención domiciliaria resulta más difícil y complicada.

También hay datos precisos de difícil comprensión. Así, el Hospital Josep Trueta habría aumentado la actividad. Pero los datos hechos públicos son relativos al Instituto Catalán de la Salud (ICS) en Gerona. Han sido agregados los datos propios del hospital citado con las de la Clínica Girona y de la Clínica Salus Infirmorum, un centro concertado de Banyoles, propiedad y regido por una orden de monjas. Hace poco, a estas monjas de Banyoles se les encontró, gracias a la "lista Falciani", una cuenta bancaria en Suiza donde habrían tenido cerca de nueve millones de euros.

Disminución de la actividad quirúrgica

En realidad, y de manera concordante con la disminución de personal y de plantas, ha caído toda la actividad quirúrgica pública. Pero no puedo probarlo con datos del 2014, porque todavía no han sido colgados en Internet. No podría ser de otro modo. ¿Cómo pueden decir que disminuyen las listas de espera si ha disminuido la actividad? Precisamente el reingreso de un enfermo por haberle dado demasiado pronto el alta es un peligro y una vergüenza que los buenos hospitales antes evitaban por completo. Pero ahora Mas, Mas-Colell y Ruiz han impuesto cínicamente una medicina de guerra.

Ciertamente, han transferido muchos enfermos a centros privados con ánimo de lucro. Esto se ha provocado deliberadamente desde la Consejería, en base a los recortes. Pero, ¿a qué precio? ¿Y qué criterio han seguido para efectuarlo en un hospital o en otro? ¿Cómo se explica que un solo grupo sanitario (multinacional) haya recibido la mitad de los pacientes?

Voluntad de denigrar a la sanidad pública

Ruiz puede decir, practicando su acreditada capacidad de mentir, "hemos tenido que enviar enfermos a la privada porque la pública no funciona", sin precisar que ésta tiene, en efecto, su capacidad deliberadamente disminuida, por el propio Ruiz, por mero odio de base ideológica.

El resultado no es ningún ahorro, dado que no hay, a nivel mundial, ningún estudio que acredite que la privada es más barata que la pública. Por el contrario, la sanidad más cara del mundo es la norteamericana que es privada. Los datos de los Estados Unidos nunca han sido discutidos. No son como los cubanos, que son aún más falsos que los de Boi Ruiz. En todas las cosas serias hay que ir al caso por caso, considerando la capacidad de gestión que, mira por dónde, es genéricamente pésima en la Generalidad actual.

El inefable juez Vidal

También es impresentable la osadía del mundo independentista respecto a la sanidad. En general, no dicen nada. Prefieren considerar expresamente, como hicieron, la creación de una Marina de Guerra catalana. Ahora bien, cuando hablan parece que se mofen de ella.

Lo hizo el juez independentista y ahora suspendido Santiago Vidal. En efecto, en su grotesca "Constitución de la República Catalana" y en su artículo treinta de esta, escribe: "Con independencia de su situación administrativa o laboral, todas las personas tienen derecho a la asistencia sanitaria gratuita en caso de urgencia ".

Vamos, de querer un Estado del bienestar como en los países nórdicos, resulta que Vidal quiere reconocer unos derechos que se reconocen en todas partes, incluso en los países más pobres, aunque sólo sea para evitar que las calles estén llenas de muertos. Realmente, el juez suspendido toca de oído y sin miedo a hacer reír.

Códigos establecidos por el tripartito

Boi Ruiz también tapó el buen papel que juega, en cambio, la creación, bajo el tripartito, de varios códigos (como el Código Infarto) estableciendo catorce procedimientos garantizados, de obligado cumplimiento. Esto ha permitido disminuir en un 25 por ciento la mortalidad por causa de aquel problema cardíaco. Por ello, el infarto se ha convertido en un problema médico en el que hoy hay equidad en cuanto al tratamiento.

Otros códigos (normas genéricas de actuación garantizada) como también el código ictus, el politraumático o de excitación psicomotriz son imposibles de saltar. Ahora bien, también son difíciles de cumplir si falla el sistema de transporte sanitario, hoy sometido a intereses que habrá que exponer.

Otro gran tema es el de las enfermedades prevalentes, es decir frecuentes, si bien no críticas y con necesidad de actuación quirúrgica Por ejemplo, la hipertrofia benigna de próstata o las cataratas, entre otras. Requieren pruebas diagnósticas, ahora afectadas por los recortes y respecto a las cuales hay gran avidez por parte de la sanidad privada. Las prevalentes no son, de entrada. de actuación quirúrgica urgente, pero a base de hacer esperar pueden convertirse en urgentes, y así ocurre. En todo caso, y esto es bastante grave, conllevan pérdidas en la calidad de vida.

Colapsos en urgencias

Otro dato evidente del empeoramiento asistencial (quirúrgico o no) está determinado por los colapsos en los servicios de urgencias. El pasado domingo los adjuntos del servicio de urgencias del Valle de Hebrón enviaban su cotidiano tuit, como siempre con su tono, bien apropiado, de parte de guerra: "Domingo uno de marzo. Empezamos (marzo) como acabamos febrero: desbordados. Ochenta y nueve personas ingresadas (en urgencias). Las más antiguas desde hace cinco días. La nueva dirección ha agotado su crédito".

El lunes, la misma fuente informaba que los literalmente depositados en pasillos eran 90 y el martes perduraba el mismo número. La Vanguardia sigue sin publicar ninguna foto y TV3 sin emitir ninguna imagen, lo que sí efectuó el circuito catalán de TVE.

Elecciones sindicales en sanidad

En este marco de enfermos que requerían atención urgente pero no llegan a tener ni una cama, sino una camilla en un pasillo, habrá elecciones sindicales, los próximos 23 y 24 de marzo.

Todo indica que el sindicato CATAC-CTS, de personal sanitario, ganará representantes, mientras que CCOO y UGT los perderán. Estos dos sindicatos se hartaron de recibir, durante años, ayudas económicas de la Consejería de Salud, como expuse con pelos, señales y datos administrativos concretos. Ahora lo pueden pagar con pérdida de votos. Fueron a la era y están cubiertos de polvo.

Suben CATAC-CTS y Metges de Catalunya

En la precampaña sindical parece que hay una voluntad de la Consejería de poner las cosas difíciles al Sindicato de Metges de Catalunya, que parece que subirá en voto, pero menos que CATAC-CTS.

Este último sindicato está dentro de un colectivo, denominado Parlament Ciudadà, que propugna una "marea blanca" por la sanidad, comparable a la que se dio en Madrid. El pasado sábado convocaron dos manifestaciones en Barcelona contra los recortes. Una en mayo y otra en septiembre.

¿Reaparición de Josep Prat?

Buscando dinero, la Consejería intenta vender lo que sea. Esto ha generado una polémica respecto a la venta de datos clínicos. Es un tema complejo que debería ser debatido con claridad en el Parlamento autonómico, evitando los hechos consumados. Habrá que exponer el tema.

Por otro lado, dos fuentes muy fiables me informan del intento de venta o cesión de uso, al sistema sanitario de la República Dominicana, del programa informático ECAP (Estación Clínica de Atención Primaria). Fue elaborado en el seno del ICS, que es el propietario, con la ayuda de IBM. Es el programa de historia clínica informatizada usado por todos los profesionales de la red de atención primaria pública, la del ICS. Se puso en funcionamiento en 2001.

Ramificación centroamericana y caribeña

Las fuentes me dicen que el programa no ganó el concurso en ese Estado del Caribe, adonde Boi Ruiz ha ido en ocasiones. Parecería que la oferta pasaba por una patronal sanitaria catalana. También me dicen que el pluriimputado Josep Prat era el hombre de confianza de Ruiz en el intento de llevar a cabo esa venta.

La ramificación centroamericana y caribeña del mundo catalán de los asuntos sanitarios es capital. Podría servir para reencontrar la pista mercantil de un personaje particularmente lesivo, el ex alcalde socialista de Reus, Josep Abelló. Fue quien llevó a Josep Prat al mundo patronal sanitario.

Tomar a Reus y Amposta como modelos

Tiene mucha gracia recordar que el ministro de Sanidad dominicano, Lorenzo Hidalgo, fue invitado a ir a Amposta, fuedo sanitario y político del hombre fuerte en sanidad de CDC, Manuel Ferré, presidente de la patronal Consorcio de Salud y Social, también conocido por el "conxorxi". En Amposta el hospital comarcal es gestionado por la rama estrictamente sanitaria de Innova, Sagessa. Es una zona donde el caciquismo sanitario rebosa por las orejas. Resulta un perfecto antimodelo. Comprensiblemente, en el caso Innova ya hay unos cuarenta imputados.

Después también se llevó a aquel ministro a visitar el fastuoso y desastroso Hospital Sant Joan de Reus, conocido como "el Aeropuerto" o "Enterprise". Es un monumento al descaro y a la pésima gestión de José Prat, que durante años fue el personaje más importante en sanidad de CDC.

Incomprensible silencio político

Cuesta creer que Boi Ruiz y la plana mayor de CDC osaran mostrar Reus y las comarcas del Ebro como un buen referente sanitario. La propaganda, aunque se le llame "comunicación", tiene sus límites. En cambio, el descaro de Ruiz y de los suyos no sabe, como diría mi abuela, qué son los modos ni la vergüenza.

Resulta incomprensible que la clase política, en su conjunto, pase de puntillas sobre un tema tan de vida o muerte. No me lo puedo terminar de creer, a pesar de que lo constate, un día tras otro.