Ni esteladas ni señeras; la izquierda que pretende representar Podemos es republicana e ibérica. El primer acto de Podem, de Podemos, de Pablo Iglesias en Barcelona ha sido también el primero en varios años en el que no había banderas. Ni catalanas, ni cubanas, ni republicanas, ni obviamente rojigüaldas. Se intuye que el proyecto de Podemos es repúblicano entre otras cosas porque todos los contenedores de basura del entorno del pabellón del Valle de Hebrón lucían la bandera tricolor, pero nadie en el primer mitin de Podemos en Cataluña ondeaba bandera alguna. El color dominante, eso sí, era el morado, la tercera franja de la tricolor.

El proyecto político del trío formado por Pablo Iglesias, Iñigo Errejón y Juan Carlos Monedero ya es constatable en los sondeos electorales. Día a día rompe su techo demoscópico. Es un tsunami sociológico, una suerte de parlamentarismo catódico, un fenómeno que amenaza con alterar los ejes de la política nacional. Su irrupción en Cataluña atemoriza al bloque soberanista porque sustituye los marcos de referencia y menoscaba el peso del "proceso". El órdago de Podemos va mucho más allá que las filgranas de Mas y Junqueras. Se trata de un "proceso constituyente" que desborda la autodeterminación.

Gemma Ubasart es Podemos en Cataluña

Gemma Ubasart, la candidata de Iglesias para Cataluña, lo expresa en términos muy claros para el contexto catalán: la República española de Iglesias (una república federal, la utopía cooperativista de la FAI y la ortodoxia militante del PCE) o la República catalana de Mas y Pujol con sus cuentas corrientes en el extranjero y su burguesía con estelada en el capó de la berlina. Es un mensaje demoledor para los compañeros de viaje y de izquierdas de CiU hacia Ítaca. En el mismo momento en el que David Fernàndez, la cara de la izquierda antisistema independentista, se abraza con Artur Mas y que Oriol Junqueras le ofrece la presidencia del Gobierno catalán aunque su partido pierda las elecciones, Pablo Iglesias y su extesión catalana ofrecen un derecho a decidir total, radical y sin subterfugios, un "proceso constituyente" en el que la nación es la república independiente del felpudo ikeísta del piso de quienes están a punto de perderlo.

Gemma Ubasart es Podemos en Cataluña, una mujer joven, fruto de la ESO de la normalización que proclama en un perfecto, cristalino y ortodoxo catalán (al más puro estilo Carme Forcadell) que el viaje a Ítaca de Mas, con Junqueras de remero, no es un viaje a la Grecia homérica sino a la Grecia de los recortes, la pobreza y la dictadura de la Troika.

Dice que se tuvo que marchar de Cataluña hace cuatro años ante la falta de perspectivas, de futuro y de trabajo. Se fue a Madrid y conectó con los profesores airados de la Complutense. Puede que se convierta de aquí a unas plebiscitarias en un personaje muy relevante, una auténtica indiana. Algunos sondeos sitúan a Podemos en tercera posición en Cataluña; otros, por debajo de Ciudadanos pero por encima del PSC y del PP.