PSC, ICV-EUiA y la CUP rechazan las cuentas por razones sociales

PSC, ICV-EUiA y la CUP, las tres formaciones consideradas de izquierdas del Parlamento autonómico que han presentado una enmienda a la totalidad al proyecto de presupuestos de la Generalidad de 2015, han expuesto un abanico de motivos particulares para rechazarlos. Pero han coincidido en un aspecto: destacar que las cuentas dedican partidas insuficientes a políticas sociales y al estado del bienestar.

Desde el PSC, su portavoz parlamentario, Maurici Lucena, ha lamentado lo que considera una "escasa sensibilidad" social del Gobierno autonómico. Y le ha puesto cifras, explicando que, en el proyecto de presupuestos, se reduce un 23% la partida de educación, un 62% la de vivienda, un 20% en salud, y se destinan "cero euros" para las guarderías.

En contraposición, Lucena ha señalado que "para los caprichos de Homs siempre hay dinero". El portavoz socialista aludía así al incremento de casi un 20% en la partida destinada a acción exterior -que gestiona la consejería de Presidencia, a cargo de Francesc Homs-, como ya informó CRÓNICA GLOBAL.

"Sin justicia social no hay soberanía"

Por parte de ICV-EUiA, su diputado Josep Vendrell ha constatado que "hay razones sociales y ambientales para rechazar estos presupuestos". Vendrell, cuya formación apoya la celebración de un referéndum independentista en Cataluña -y no se pronuncia sobre la independencia en sí-, ha opinado que los debates sobre la relación entre Catalunya y el resto de España y las políticas sociales deben ir de la mano, porque "sin justicia social no hay soberanía".

Desde la CUP, su diputado David Fernández ha sido aun más contundente, al considerar el proyecto de presupuestos como "una declaración de guerra a las clases populares". "Todo sigue igual un año más y nada cambia, motivo de sobra para decir 'no' y mil veces 'no' a unas cuentas que consolidan los peores recortes sociales y que vuelven a deificar la austeridad", ha exclamado Fernández, que ha acusado al Gobierno autonómico de actuar "al dictado de la Troika", y de privilegiar los intereses de "los mercados", y no los de "la gente".