Artur Mas, en el acto de apertura de la campaña electoral para las europeas, rodeado de 'esteladas'

Artur Mas, en el acto de apertura de la campaña electoral para las europeas, rodeado de 'esteladas'

Política

Mas, luchando por su supervivencia personal

Mas y Junqueras quieren hacer creer que ya han ganado. Las encuestas afirman lo contrario. Esta semana montan una nueva comedia. Su radicalismo ha abierto la puerta al de Podemos. ERC atribuye a CDC tener 'submarinos' políticos en la ANC, mientras ERC dice estar dispuesta a acusar a CDC de corrupción. Hay un 'amor' recíproco que los mata.

9 diciembre, 2014 02:00

"Mas piensa seriamente en evitar convocar elecciones anticipadas", me dice un dirigente de CDC. Es uno de los pocos que sigue manteniendo contactos constantes con el presidente de la Generalidad y de los muchos que está viéndole su peor cara.

Con cierta sorpresa por mi parte, la fuente me dice: "Mas debería pensar en lo que hará CDC si queda segunda (en las elecciones). Creo que no podría seguir siendo independentista, porque la credencial de independentismo quedaría en manos de ERC. Esto jugaría a favor de la retirada de la política de Mas, en un momento en el que en CDC no se ve, ni hay, nadie dispuesto a sustituirlo. Su gestión ha arrasado el partido".

Lucha por la supervivencia personal

"Ahora -me dice- ya no es posible negar que Mas está luchando por su supervivencia política personal. Desde dentro del partido se constata, mejor que desde fuera, que Mas sólo lleva a cabo un combate personal, marcado por un tacticismo que puede cambiar cada día".

En realidad, esta fuente, y otras de diversas opciones políticas, creen que a Mas no le será posible evitar elecciones anticipadas. Personalmente, creo dos cosas.

Mas quiere ganar como sea

Una, que Mas no quiere elecciones si antes no ve una manera de poder ganar, para lo cual debe evitar ir solo, ya que esto implicaría tener que defender el balance de su gobierno, que ha sido desastroso. La otra, consiste en que a menudo Mas ha demostrado ser capaz de hacer barbaridades que nadie podía prever.

A pesar de que una reciente encuesta haga una estimación de escaños para CDC (o para CiU) superior a la propia de ERC, hay que tener en cuenta la distinta situación en que ambos partidos encararían la campaña. La militancia de CDC está muy confusa. Ha ido asumiendo políticas radicales que antes eran patrimonio de ERC. Ahora le costaría dar marcha atrás y atacar a los republicanos. También le costaría defender el balance de la Generalidad, por razones objetivas: es infumable.

Usar la corrupción como tema

En cambio, Junqueras mostró en su conferencia que ERC estaba dispuesta, al menos en estos momentos, a usar el tema de la corrupción. Es el peor flanco de CDC y no digamos del pujolismo, que continúa siendo la ridícula columna vertebral de un partido nefasto y contradictorio. De encarnar una derecha rural, con viejas raíces en el carlismo, CDC ha pasado a flirtear con la ruptura más descarada.

En cambio, no se ve cómo ERC podría utilizar contra CDC el inmenso tema de la destrucción de la sanidad pública catalana. Esta ha sido literalmente hundida gracias a la total colaboración parlamentaria de ERC. En ERC, rehacerse una virginidad en sanidad le sería imposible. Ha pasado lo que ERC quiso que pasara.

La enésima comedia Mas-Junqueras

En el plazo inmediato, Mas está llevando a cabo una enésima comedia para poder echarle la culpa a ERC de la imposibilidad de presentar una candidatura conjunta. Es la única manera clara, para Mas, de evitar hablar de su mal gobierno, o de su larga ausencia de gestión. Esta será la comedia a interpretar esta semana. Nace una versión nueva de un viejo adagio: quien va empujando comedias, días o meses pasa.

Anoche mismo una fuente de la dirección de ERC me dijo que no piensan aflojar respecto a su oposición a una candidatura unitaria. "Sabemos que Mas -me dijo- nos quiere echar la culpa. Pero nosotros ya sabremos cómo defendernos. Si es necesario, expondremos que él ha llenado la ANC de 'submarinos' de CDC".

Los 'submarinos' de CDC

En el argot político de los tiempos del antifranquismo, la palabra 'submarino' se aplicaba a personas que eran militantes secretos del PSUC (y supongo que también del PCE) que militaban en otros partidos como agentes del ideario comunista. Hubo casos muy notorios. Poco antes de morir Franco, hablé en Paris con el entonces secretario de Santiago Carrillo, Pere Ignasi Fages, hijo del poeta Carles Fages de Climent.

Me dijo que era una realidad. Pocas semanas después, Fages, que vivía esencialmente de colaboraciones que publicaba (usando un seudónimo) en dos revistas que yo dirigía, me llamó a Barcelona para decirme que el PSUC y el PCE habían decidido terminar con aquella perversa práctica. Me confirmó un puñado de nombres, como lo hizo el propio Carrillo, años después, cenando juntos en Moscú.

El presupuesto cínico para el 2015

Al margen de todo ello, está la realidad del proyecto de presupuesto para 2015. Es tan manifiestamente cínico e infumable que literalmente no puede ser aprobado por nadie que no lo quiera convertir en una nota previa a su suicidio. También debería ser la nota de suicidio político del consejero de Economía, Mas-Colell. Este anunció en un grotesco símil de rueda de prensa que sólo aceptaría preguntas "normalitas".

Quería decir que no contestaría preguntas serias, lo que realmente cumplió, de manera insolente. Mas-Colell acreditó ser el peor y más cínico consejero de Economía que nunca haya tenido la Generalidad. Sacar de la manga más de dos mil millones de ingresos imposibles le desacredita en todos los ámbitos, en primer lugar, el moral, seguido por el académico. En Estados Unidos, que él dice conocer, una actitud de este género le habría liquidado definitivamente, no sólo en el orden político sino también en el profesional y personal. Allí pasaría a ser un desecho social. Aquí tiene, por ahora, el remedio milagroso de envolverse con la estelada.

Mas tiene todos los frente abiertos. Es un hecho tan real y tan degradante que no lo puede admitir. Por eso habla, como lo hace Junqueras, desde una pintoresca óptica de quien necesariamente tiene que ganar. En abril de 1945, Hitler también decía, en su búnker de Berlín, que estaba ganando la guerra, como años después -y horas antes de huir- hicieron lo mismo Ferdinand Marcos en Manila y Saddam Hussein en Bagdad.

La batalla de la opinión

Las recientes encuestas muestran todo lo contrario. El independentismo está perdiendo la batalla de la opinión, que es la única que ha estado ganando en Cataluña, de forma sucia, inmoral y usando dinero de todos. Pero, ay, el antiindependentismo, o mejor dicho el constitucionalismo, tampoco gana.

Este, como el independentismo, no se ha sabido unir en torno a ideas asumidas por amplios sectores. Pero todavía tienen más culpa sectores financieros que no han entendido lo que todos nos estamos jugando, en una batalla donde los criterios ideológicos de Mas y de Junqueras no llenarían ni una hoja de papel de fumar.

En el mundo empresarial y financiero se empieza a ver que la política de ruptura propiciada por Mas no sólo ha cambiado la vieja naturaleza reaccionaria de CDC sino que ha estimulado la aparición de Podemos. Son dos casos de ida hacia el extremismo ideológico obrando sin, ay, tener ninguna ideología, excepto la de la ruputra por la ruptura. Como el fascismo, como los otros populismos y como las otras demagogias, la CDC de hoy y Podemos tienen mucho de gestual, de transgresor, de antagonismo por antagonismo y nada coherente que ofrecer.

Estamos en un período donde esto se podrá constatar más y mejor. Hay que verlo, ponerlo de relieve y sobre todo reaccionar.