Las elecciones en la CEOE están siendo muy enconadas. Sin embargo, Joan Rosell empieza a imponerse a pesar de las críticas del candidato alternativo, Antonio Garamendi. El actual presidente de la CEOE está cosechando apoyos cada día que pasa. Primero fue la patronal catalana, luego ANFAC -fabricantes de automóviles-, y finalmente patronales territoriales de todo tipo. La última Cierval, la patronal valenciana que sólo tardó 72 horas en posicionarse en favor de Rosell tras la visita de Garamendi, el pasado viernes. No son los únicos apoyos de Rosell. La patronal madrileña CEIM anunciará su apoyo en breve, al igual que grandes empresas y otros sectores.
Rosell recibe duras críticas de Garamendi por la cuestión organizativa. El aspirante carga contra la postura de la CEOE frente al independentismo catalán, las negociaciones sobre la formación o las mutuas, la poca importancia de la CEOE o la postura ante los sindicatos. Todas las críticas se caen por su propio peso. Por eso, Garamendi ha sacado su vena más ultraliberal: propone una nueva reforma del mercado de trabajo con una mayor flexibilidad en las condiciones laborales, también en los salarios así como costes laborales más asequibles, lo que incluye despidos más baratos.
Rosell aboga por "seguir con los cambios" iniciados hace cuatro años
El máximo responsable de los empresarios mantiene sus propuestas y propone a las organizaciones de la CEOE "seguir con los cambios" que inició hace cuatro años. Rosell, que siempre ha sido un liberal, mantiene relaciones cordiales con los sindicatos y apuesta por recuperar poder adquisitivo de los trabajadores para dinamizar el consumo interno.
El presidente de la CEOE destaca que en España "ya empieza a haber una recuperación económica", por lo que es partidario de favorecer el crecimiento de salarios, que ha defendido que se apliquen en las empresas que tienen beneficios, así como un "gran pacto" que permita un único contrato indefinido con salidas pactadas . También ha defendido el pacto firmado con los sindicatos que caduca este año y apunta que las negociaciones con los sindicatos prevén subidas salariales del 0,6%.
Garamendi, muy crítico con su contrincante
Garamendi critica que la CEOE pierde peso, pero algunas fuentes apuntan que el propio César Alierta se incorporará a la ejecutiva de la CEOE, siempre y cuando Rosell siga de presidente. Asimismo, Rosell se incorporará al Consejo de Competitividad formado por las principales empresas del IBEX. "¿Esa es la pérdida de influencia?", apuntan las fuentes citadas.
Otra de las críticas que centran el debate en las elecciones a la presidencia de la patronal es la situación en Cataluña. Garamendi se ha erigido en portavoz de los sectores más duros mientras que Rosell sigue abogando por la negociación y "no quiere dinamitar puentes". Contrario a la independencia, el presidente catalán de la CEOE aboga por el pacto, y en su entorno se preguntan "¿cómo puede Garamendi decir que un catalán no puede presidir la CEOE?", para remachar que "no se ha enterado que ser catalán no es ser nacionalista".
El desenlace final, el 17 de diciembre
La corrupción, el cambio del modelo de formación profesional o la reforma de las mutuas ha llevado a Garamendi a convertirse en portavoz de los sectores más conservadores de la CEOE. Aquellos que no quieren cambios de ningún tipo en las prebendas de las organizaciones empresariales. En este sentido, Rosell ha contestado con dureza y ha dicho que es "absolutamente contrario" a la corrupción "de cualquier tipo" y por ello ha lamentado que "no todas las organizaciones internas" de la CEOE hayan suscrito y "hecho suyo" el "potente" código interno aprobado al efecto. "Ojalá que lo suscribieran", ha confiado.
El próximo 17 de diciembre se elegirá al nuevo presidente. Algo más de 700 compromisarios depositarán su voto. La elección se dirimirá entre el ala más dura de la patronal que quiere menos salarios, condiciones de trabajo más duras y despido más barato, además de no aplicar reformas en la formación o las mutuas, encarnada por Garamendi, y la encarnada por Rosell que aspira a la concertación social y las reformas suficientes para que la patronal se adapte a las nuevas exigencias de la sociedad y las necesidades de los empresarios.