Artículo de Mario Vargas Llosa, Cayetana Álvarez de Toleo y Núria Amat en 'The New York Times'

Artículo de Mario Vargas Llosa, Cayetana Álvarez de Toleo y Núria Amat en 'The New York Times'

Política

Vargas Llosa denuncia en 'The New York Times' que la consulta secesionista del 9N es "una amenaza para la democracia española"

El Nobel de Literatura -junto a Cayetana Álvarez de Toledo y Núria Amat- carga contra la consulta promovida por Mas y critica duramente al nacionalismo catalán. Alertan de su "cínica postura victimista"; del falseamiento de la historia; y de ofrecer una "visión falsa e idílica" de la secesión. "La afirmación de que la personalidad catalana está siendo sofocada y sus libertades oprimidas es simplemente falsa", denuncian.

7 noviembre, 2014 20:55

El escritor hispano-peruano y Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, ha publicado este viernes en The New York Times un artículo firmado junto a la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo y la escritora catalana Núria Amat, titulado 'Una amenaza para la democracia española', en el que critican duramente el nacionalismo catalán y, de forma más concreta, la consulta independentista que prepara la Generalidad para este domingo.

Los articulistas denuncian que el 9N es "un desafío a una orden del Tribunal Constitucional" que, además, "no está claro quién lo está celebrando, puesto que no hay censo oficial de votantes ni interventores, solo una camarilla semioficial de voluntarios".

"Cínica postura victimista"

Advierten de que "todo ello es en el nombre de la 'democracia' y del derecho a decidir, pero sin respeto por el imperio de la ley o la verdadera voluntad del pueblo, y sin reconocer la gravedad de las consecuencias que la secesión de Cataluña ocasionaría".

Y subrayan que "este supuesto referéndum -ahora rebautizado como 'consulta no vinculante'- y la cínica postura victimista que ha acompañado representa otra estratagema por parte del Gobierno [autonómico] catalán y sus aliados para conseguir apoyo a la causa separatista, con lemas como 'España no nos quiere', 'España nos roba', y 'España no nos dejará votar'".

"Cataluña nunca fue un Estado independiente"

Vargas Llosa recuerda que "en su intento para socavar el funcionamiento del Gobierno constitucional, los separatistas catalanes han mostrado una indiferencia remarcable hacia la verdad histórica".

"Cataluña nunca fue un Estado independiente. Nunca fue objeto de conquista. Y no es víctima de un régimen autoritario. Como parte de la Corona de Aragón y más tarde por su propio derecho, Cataluña contribuyó decisivamente a hacer de España lo que ha sido por tres siglos: un impresionante intento de reconciliar unidad y diversidad, un esfuerzo pionero para integrar diferentes culturas, lenguas y tradiciones en una sola comunidad política viable", añade.

"Los separatistas han pasado por alto los aspectos positivos de la transición"

También aseguran que "comparado con las crisis ocasionadas por el colapso de las dictaduras en muchos Estados europeos, la transición de España hacia la democracia, tras la muerte de Francisco Franco en 1975, fue ejemplar, con el resultado de una constitución democrática que garantiza amplios poderes a las regiones autónomas de España". "Sin embargo, los separatistas catalanes han pasado por alto los aspectos positivos de la transición", lamentan.

E insisten en que "es verdad que Cataluña fue un campo de batalla especialmente feroz durante la Guerra Civil, con atrocidades brutales cometidas en ambos bandos, y que la región afrontó algunas de las más severas represalias bajo el régimen de Franco. Para muchos, las heridas todavía no han cicatrizado, y alimentan el fuego del movimiento separatista".

"Es falso que la personalidad catalana esté siendo sofocada y oprimida"

Los articulistas destacan que "la democracia trajo el reconocimiento oficial de las diferentes culturas de España, y estableció las bases de la autonomía que los catalanes disfrutan hoy".

"Cataluña tiene su propia lengua oficial, su propio gobierno, su propia fuerza policial. Los catalanes aprobaron abrumadoramente la Constitución: el 90% de ellos votaron sí en el referéndum del 6 de diciembre de 1978. Los millones de turistas que acuden a Barcelona cada año, atraídos por la mezcla cautivadora del gótico y de Gaudí, atestiguan el vigor de la cultura catalana. La afirmación de que la personalidad catalana está siendo sofocada y sus libertades oprimidas es simplemente falsa", añaden.

CiU se ha vuelto independentista en paralelo a sus casos de corrupción

Y recuerdan que "curiosamente" CiU "que ha estado en el poder durante 30 años, ha intensificado su discurso secesionista en el mismo momento en que su sede está embargada por las acusaciones de financiación ilegal de las campañas electorales".

"Su líder histórico, Jordi Pujol, presidente de Cataluña entre 1980 y 2003, está siendo investigado, junto a otros miembros de su familia, por evasión fiscal, tráfico de influencias y blanqueo de decenas de millones de euros", remarcan.

"Los separatistas ofrecen una visión falsa e idílica [de la secesión]"

Vargas Llosa, Álvarez de Toledo y Amat denuncia que "los separatistas catalanes ofrecen una visión falsa del futuro, dibujan un panorama idílico de una Cataluña emancipada y esconden las dolorosas consecuencias de la secesión".

Y advierten:

"A pesar de la oposición de Madrid y de las advertencias de Bruselas, los medios catalanes se han mostrado claramente pro separatistas. Exiliados de la UE, económicamente empobrecidos y socialmente divididos, los 7,6 millones de catalanes estarían sometidos a una forma extrema de nacionalismo que los europeos recordamos demasiado bien. Millones de vidas se perdieron en el frenesí nacionalista que rasgó Europa durante el siglo XX".

"¿Vamos a renunciar a los derechos individuales ante los nuevos nacionalistas?"

Y se preguntan: "¿Vamos a sentarnos y ver a la UE volver a caer presa de los prejuicios étnicos y convertirse en un grupo frágil de naciones chauvinistas en vez de una unión vigorosa de Estados democráticos? ¿Vamos a renunciar a los derechos individuales y al imperio de la ley ante los nuevos nacionalistas y populistas?".

Así, reiteran que "el nacionalismo borra lo individual, alimenta agravios imaginarios y rechaza la solidaridad. Divide y discrimina. Y desafía la esencia de la democracia: el respeto por la diversidad. Las identidades complejas son una característica clave de la sociedad moderna. España no es una excepción".

"Cataluña no es la comunidad uniforme que a los nacionalistas les gustaría"

Los articulistas aseguran que "Cataluña no es la comunidad uniforme que a los nacionalistas les gustaría, y que aseguran que es". Y en ese sentido recuerdan que "las encuestas muestran consistentemente que la mayoría de los catalanes, en diferentes proporciones, se sienten catalanes y españoles a la vez".

"¿Por qué deberían ser forzados a elegir? La España moderna, como la UE y como los EEUU antes, significan integración, solidaridad, libertad individual e igualdad ante la ley. España no es una suma de tribus, sino una unión de ciudadanos, y debe continuar siendo así", plantean.

"Están negando a otros españoles su derecho a decidir"

Finalmente, el artículo advierte de que "al contrario de lo que aseguran, los separatistas catalanes no están defendiendo el derecho de los catalanes a decidir su futuro".

"En cambio, están dividiendo a la sociedad catalana en dos, y negando a otros españoles su derecho a decidir un futuro que pertenece a la nación como un todo. A pesar de lo que uno pudiera suponer ingenuamente, los nacionalistas no estarán satisfechos con más concesiones del Estado español, acuerdos para mejoras fiscales o incluso un más profundo reconocimiento de las singularidades lingüísticas o culturales. Como el personaje principal de 'El misántropo', de Molière, lo que quieren es 'diferenciarse del resto'. No anhelan más autonomía o un sistema federal, sino la desigualdad, así de sencillo: que los catalanes tengan más derechos que los andaluces, valencianos o vascos", añaden.

Y concluyen advirtiendo de que "la democracia está en juego, y con ella el principio de que todos los ciudadanos españoles, independientemente de su origen, sexo, raza o credo, deberían ser iguales ante la ley. Esta idea costó afianzarse en España, y no debería ser entregada en un intento vano de apaciguar a los separatistas".