Política
Plan para salvar a Mas, reforma constitucional y visto bueno del Rey
Se cumplen este lunes ochenta años del pronunciamiento de Companys en el balcón de la Generalidad. El municipalismo masajea a Mas. No hubo pleno de alcaldes socialistas. Las 'Núrias' aguantan el tipo.
5 octubre, 2014 12:44Artur Mas y Oriol Junqueras pasan por ser unos valentones, pero no les llega la camisa al cuello. Tienen al Estado de hinojos, que diría Anson, y no son capaces de salir al balcón y mostrar lo que hay que tener, de lo que presumen, tan chulánganos. Mañana lunes, 6 de octubre, se cumplen ochenta años de la proclama de Companys, la república catalana en la ensalada federal de España. Doce horas duró la experiencia. Ahora y aquí llevamos 24 meses de agitación y lo más que se ha escuchado es el grito de independencia de los alcaldes intramuros del Palau. Nivelazo.
Casi todo el municipalismo socialista desfilando delante del president. Los más cazurros se distinguían por portar la vara, que hay que ser cateto, paleto y palurdo para personarse en Barcelona de esa guisa, con la vara y la banda de miss samarreta amarilla. Conste en acta que no estaban las 'Núrias', ni Marín, alcaldesa de L'Hospitalet, ni Parlón, de Santa Coloma. A la primera debería corresponder el liderazgo socialista catalán, dado que Iceta es incapaz de imponer orden en sus filas. Núria Marín tendrá todos los defectos de los políticos, pero conoce el paño, pisa calle y se entera de lo que pasa en la segunda ciudad de Cataluña.
Es sabido, pero conviene recordar de tanto en cuanto que existe L'Hospitalet, la expresión social de la "normalidad". Ayuda a la higiene mental de muchos barceloneses saber que pasado Sants hay una urbe distinta y mejor que la Barcelona que persiste en destrozar Xavier Trias.
Pedro Sánchez, el secretario general del PSOE, también podría decir algo del espectáculo del sábado en el alcázar de Mas. La impúdica demostración de vasallaje con Muriel Casals y Carme Forcadell de madrinas del sarao sitúa a los políticos del "frente indepe tremebundo tralarí" en un estadio de la evolución incompleto. Con esos alcaldes, debería pagar el IBI Rita la cantaora.
Sólo a quien ha perdido por completo el sentido del ridículo se le puede ocurrir formar a los mossos de gala y a la guardia urbana en plan ultima carga de los coraceros húngaros. Cataluña, que en muchos sentidos y de muy variadas formas ya es un Estado aparte, se ha convertido en un escenario de opereta donde las autoridades juegan a la desobediencia, montan acampadas, se gastan los impuestos de arreglar los baches en comilonas y festejos como el de ayer, de puertas adentro, en el patio de los mamporreros, en una masturbación colectiva, batiendo palmas en un fuego de campamento patético. Independencia, gritaban los alcaldes... ¿Independencia? Que salgan al balcón de una vez. Mañana es el día.
La jugada de fondo es cansina. Se trata de salvar a Mas y eliminar el factor Junqueras. En eso están los grandes empresarios, los editores y toda la mandanga, que miran a corto plazo. En nueve meses se celebrarán las elecciones municipales y si se cumplen los pronósticos, más de la mitad de los ayuntamientos pasarán a manos de ERC. A partir de ese momento, la independencia será un hecho político. ERC dispondrá de recursos económicos suficientes para adaptar el tejido clientelar del nacionalismo a sus intereses y estrategias. Se verá entonces de qué pasta está hecho Junqueras, si tiene muertos en el armario y es capaz de estar a la altura de sus soflamas. Entre medias, se cuece una "solución" que pasa por una reforma constitucional amparada y avalada por el Rey Felipe VI.
Demasiado despliegue para lo que se podría solucionar con un par de meses sin fondos del FLA. La Generalidad es de una insolvencia absoluta, vive, jode y depende del dinero que le inyecta el Gobierno de "Madrit", que es quien mantiene lo de TV3, los sueldos cienmileuristas de los inspectores fiscales fichados por Mas para su agencia tributaria y todo el despliegue totalitario del referéndum. Es a lo que se llama poner la cama.