Ignasi Guardans, ex dirigente de Convergència, ex diputado y ex miembro del Gobierno con el PSOE

Ignasi Guardans, ex dirigente de Convergència, ex diputado y ex miembro del Gobierno con el PSOE

Política

Guardans "desprecia" a los "que callan" ante el proyecto secesionista

El ex dirigente de CDC y ex eurodiputado de CiU critica a aquellos que son conscientes de que el plan rupturista de Mas no va a ninguna parte y no hacen nada

17 septiembre, 2014 15:52

El ex dirigente de CDC y ex eurodiputado de CiU Ignasi Guardans ha cargado este miércoles duramente contra aquellos "que callan" pese a saber que todo el proyecto secesionista es "una enorme ficción teatral llena de emociones casi futboleras y vacía de sustancia y racionalidad" que desembocará en frustración y crisis. Por ello, muestra su "desprecio creciente" hacia ellos, y asegura que "tendrán una gravísima responsabilidad sobre sus espaldas cuando el país [por Cataluña] despierte roto".

Así se ha posicionado en un artículo publicado en La Vanguardia en el que reprocha a estas personas -en muchos casos situadas en lugares destacados de la Administración autonómica o del ámbito social o empresarial- que no levanten su voz y adviertan de las consecuencias negativas del plan secesionista.

"Enorme respeto" por los independentistas de "primera hora"

Guardans realiza una suerte de clasificación de los independentistas, dividiéndolos entre los de "primera hora" (en los que incluye a ERC a y otros "muchos más radicales"); los "reprimidos" de CDC, UDC y PSC; y los "conversos" (también de CDC). Y los contrapone a aquellas personas "que callan", ya citadas.

El ex dirigente nacionalista muestra su "enorme respeto" por los primeros, que "dedicaron sus mejores energías a luchar por la construcción de un Estado catalán frente a una España agresora que odiaban". Y que tuvieron "un doble enemigo": "el enemigo español, un Estado al que despreciaban", pero que "tuvieron también un enemigo implacable en el catalanismo mayoritario, el oficial, que los despreció, y los apartó tanto como pudo de los medios de comunicación públicos y privados bajo su paraguas".

Independentistas "reprimidos" e independentistas "conversos"

Sobre los segundos, los "reprimidos", Guardans dice sentir "bastante respeto". "Nunca ocultaron que la independencia catalana era su ideal a largo plazo. Un ideal que desahogaban en reuniones internas, pero reprimían en el discurso público. Han sufrido durante años un desgarro interior apenas menor a quienes reprimen su identidad sexual o se ven forzados a practicar en secreto una religión prohibida", añade.

En relación a los "conversos", el ex eurodiputado reduce su sentimiento al de "cierto respeto". "Diputados, senadores, cuadros de la Administración catalana, líderes de opinión, que conocían muy bien la tensión interna en el catalanismo, y tenían siempre a punto los argumentos contra una ruptura con España y en favor del diálogo, los pactos y sus réditos", señala para describirlos. "Comprendo que esta nueva fe pueda llevar a muchos a renunciar hoy a su pecaminosa vida política anterior, que aparece ahora como cargada de mentiras y traiciones a la patria gloriosa y prístina que se avecina", añade.

"Quienes en privado siguen diciendo que la independencia es una barbaridad"

Sin embargo, Guardans se muestra especialmente crítico con "los que callan" ante la "enorme ficción teatral" del proyecto independentista, hacia los que confiesa su "desprecio". Un desprecio que amplía "por los que acompañaron inicialmente al Molt Honorable President como quien apoya a un vecino o miembro del grupo al que se tolera aunque grite más de lo que debe porque va a conseguir cosas en beneficio de todos. O incluso quienes -soy testigo de que existen- creyeron que ese mesías en realidad hablaba en público de una cosa para conseguir otra. Por quienes en privado siguen diciendo que la independencia es una barbaridad, intuyen el daño atroz que puede hacer en términos tanto sociales como económicos, pero saben que quedarán sin empleo con sólo plantearlo como interrogante. Por quienes hace meses que saben que están en un tren que incrementa su velocidad hacia el descarrilamiento, pero tienen pavor a usar un freno de emergencia que puede dejar muchas fracturas en la frenada. Por todos esos, en alguna consejería o ayuntamiento, quizá en algún escaño, en algunos medios, en puestos de representación social, empresarial, profesional". 

Y finaliza señalando que, "si el sueño se hiciera realidad, y llegara esa Ítaca independiente, se encontrarán en tierra extraña. Y serán ellos entonces los que -para sobrevivir- deberán reprimir por el resto de sus vidas unos ideales, un marco político y un modelo de sociedad abierta y plural por los que nunca tuvieron el coraje de luchar".