José Oneto, periodista, en un artículo publicado este miércoles en República.com:

"La formación de una comisión de investigación en el Parlamento [autonómico] catalán sobre el escándalo Pujol [...] ha producido gran preocupación en Convergència y en Artur Mas; verdadera alarma en los círculos económicos catalanes y terror en numerosísimas empresas que han estado pagando comisiones del tres, del cinco y hasta el veinte por ciento, para conseguir contratos, obras y favores de la Generalidad catalana durante los 23 años que ha estado gobernando Jordi Pujol. Práctica que seguiría, según puede deducirse del escándalo del Palau y del sorprendente hecho de que esté embargada la sede central del partido en Barcelona.

[...] La preocupación y el miedo de Mas y de Convergència es que la comisión termine por levantar todas las corrupciones del partido si salen a relucir, como saldrán, las comisiones que han estado recibiendo durante años, aparte del porcentaje que se llevaba Pujol. Carod-Rovira, que probablemente será llamado a declarar, manifestaba, hace unos días, que un importante dirigente de Convergència le había asegurado que el porcentaje no era del tres por ciento como había insinuado Pasqual Maragall en un debate parlamentario, sino del cinco por ciento, tres y medio para el partido y un 1,5 para Pujol y familia.

[...] Aparte de las consecuencias que todas estas comparecencias puedan tener para los intereses de Convergència y para el propio Mas, otros de los miedos que ha invadido al gobierno de la Generalidad es la reacción de Pujol, si le acosan mucho y le presionan con la comparecencia de sus familiares, especialmente, de su esposa, que tiene una gran influencia sobre él. En este caso, la reacción puede ser imprevisible.

Un Pujol vejado públicamente, que está contemplando cómo sus propios conciudadanos están quitando las placas con su nombre de las calles y sus monumentos de las plazas, que se siente insultado en la plaza pública, y que es puesto como ejemplo del mayor defraudador del país en el Parlamento español, oyendo, incluso, que quería la independencia de Cataluña para poner a salvo su fortuna, en los más variopintos paraísos fiscales, un Pujol en esa situación, es un auténtico peligro para su partido, para Mas, y para todos. Tiene tal información, guarda tantos dossiers comprometidos, que es como un suicida con un cinturón explosivo adosado a su cuerpo. Por eso, lo que más teme Mas, es que tire de la mecha. Ya se ha inmolado una vez el pasado 25 de Julio con su 'confesión'".