El ex presidente de la Generalidad y fundador de CDC y CiU, Jordi Pujol, ha enviado este martes un escrito a la presidenta del Parlamento autonómico de Cataluña, Núria de Gispert, en el que muestra su disposición a comparecer ante la Cámara autonómca para dar explicaciones sobre el fraude fiscal que confesó haber realizado durante 34 años. Sin embargo, Pujol ha pedido declarar después del 22 de septiembre.
En su carta, Pujol recuerda que esta "no es obligatoria" pero "la alta consideración que tengo por el Parlamento [autonómico] hace que decida comparecer". Y añade:
"Entiendo que, ya que no estoy obligado, y teniendo presente que durante este mes de septiembre se producirán hechos de gran voltaje político, deseo que mi comparecencia incida lo menos posible. Por eso pido que se haga con posterioridad al Once de septiembre, al Debate de Política General y a la Ley de Consultas. Eso nos llevaría a buscar una fecha a partir del 22 de septiembre, bastante lejos de otra fecha de mucha carga política que será el 9N".
En todo caso, Pujol no ha aclarado si, tal y como avanza La Razón, se negará a contestar a las preguntas que le hagan los diputados autonómicos.
Todos los grupos le piden acudir "lo antes posible"
El ex presidente de la Generalidad ha enviado su escrito poco después de que la Comisión de Asuntos Institucionales del Parlamento autonómico haya aprobado por unanimidad la petición para que comparezca.
Los siete grupos con representación en la Cámara autonómica -CiU, ERC, PSC, PP, ICV-EUiA, C's y la CUP- ya habían anunciado previamente que apoyarían la solicitud, que insta a Pujol a acudir "lo antes posible".
Por otra parte, solo PP y C's se han mostrado partidarios de impulsar una comisión de investigación al margen de las eventuales explicaciones que pueda dar Pujol.
Turull defiende "el buen nombre de CiU"
El líder del grupo parlamentario de CiU, Jordi Turull, ha defendido la comparecencia de Pujol, pero ha rechazado que la Cámara autonómica se convierta en juez y justiciero, y ha defendido "el buen nombre de CiU". También ha criticado al PP por pedir a Pujol que acuda al Parlamento autonómico después de que su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho, se negara a hacerlo tras una solicitud para aclarar su implicación en el 'caso Método 3'.
Gemma Calvet (ERC) ha instado a Pujol a realizar "un gesto de mínimo coraje" a aceptar la comparecencia después de que su confesión haya generado desconcierto, sorpresa, indignación, frustración y gran decepción entre los catalanes.
El PP exige que Pujol responda a las preguntas
Marina Geli (PSC) ha pedido la presencia de Pujol "para salvar el honor de las instituciones, por la credibilidad de la Presidencia de la Generalidad, y para devolver el crédito a la política".
El portavoz del PP catalán, Enric Millo, ha advertido de que no aceptarán que Pujol comparezca y no responda las preguntas de los diputados autonómicos, como pasó con el ex presidente del Palau de la Música, Fèlix Millet. "Los catalanes no podrían soportar que este caso pase sin que se pueda conocer cuál es su alcance y los auténticos responsables", ha indicado. Respecto a la no comparecencia de Sánchez-Camacho por el 'caso Método 3', Millo ha replicado a CiU señalado que, en ese caso, Sánchez-Camacho era una víctima.
C's asegura que Pujol era "el capo de la banda"
Dolors Camats (ICV-EUiA) ha expuesto que la gravedad del caso radica en que la actuación de Pujol puede tratarse de un "expolio sistemático y continuo de las arcas de la Generalidad".
Albert Rivera (C's) ha denunciado que el caso tiene un alcance mayor al de la propia familia Pujol: "No tenemos un ladrón, tenemos una banda. Millet no era el capo, era un comisionista. Nosotros queremos que venga el capo que era Pujol".
Quim Arrufat (CUP) ha indicado que "es imposible que nadie más conociera el fraude fiscal" de la familia Pujol, por lo que ha considerado que este caso es una demostración de que la corrupción está instalada en el sistema institucional y que hay que abordarla en su conjunto, no sólo en el caso del ex dirigente nacionalista.