Los actos conmemorativos del 300 aniversario de 1714 que viene organizando la Generalidad de Cataluña durante todo este año han dado lugar a situaciones grotescas.
Una de ellas tuvo lugar el pasado 2 de marzo, cuando diferentes autoridades autonómicas, municipales y eclesiásticas -encabezadas por el consejero de la Presidencia de la Generalidad, Francesc Homs- se reunieron en el monasterio de Santa Cecilia de Montserrat (en la localidad barcelonesa de Marganell) para plantar el denominado Roure del Tricentenari (Roble del Tricentenario) con arena traída de una quincena de localidades catalanas y de Aquisgrán (Alemania), una acción que costó más de 17.000 euros al erario público.
En concreto, según recoge el Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña (DOGC) del pasado jueves, el departamento de la Presidencia de la Generalidad destinó 17.829,69 euros a "las tareas de coordinación y logística de recogida y envío de la arena para El Roure del Tricentenari".
Símbolo de "la unidad y la firmeza" de Cataluña y de su "vocación europeísta"
Una vez plantado el roble, representantes de los municipios de Barcelona, Cardona, Cervera, Els Prats de Rei, La Seu d'Urgell, Lérida, Moià, Sant Boi de Llobrgat, Santa Eulàlia de Riuprimer, Talamanca, Vic, Marganell, Collbató, el Bruc y Monistrol de Montserrat vertieron a los pies del árbol un puñado de arena procedente de esas localidades, para simbolizar "la unidad y la firmeza del proyecto colectivo del país [por Cataluña] pese a todas las adversidades" y para "recordar a las generaciones futuras el compromiso del pasado con el futuro".
El comisario de los actos del Tricentenario de la Generalidad, Miquel Calçada, añadió arena de Sabadell, su localidad natal. Y Homs vertió arena de Aquisgrán, porque esa ciudad "fue el centro político del imperio de Carlomagno", "representa los orígenes carolingios de Cataluña" y simboliza "la vocación europeísta de Cataluña".
Los presos de Lérida elaboraron los saquitos y los llevaron a Montserrat
En su intervención, Homs pidió a Europa que "no cierre la puerta" al proyecto secesionista que promueve la Generalidad. Calçada auguró que el árbol "arraigará y crecerá firme", capaz de "resistir cualquier inclemencia, como nuestra identidad". Mientras que el prior de Montserrat, Joaquim M. Fossas, apeló a "la defensa de nuestra lengua, cultura e identidad nacional" y a "la dignidad de las personas y los pueblos, el valor de la paz, la libertad y la diferencia".
Los saquitos con la arena fueron confeccionados y estampados por los reclusos del Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE) de la prisión de Lérida (los mismos a los que la Generalidad prevé encargar las urnas de cartón para el referéndum del 9 de noviembre), cuyos servicios exteriores también se encargaron de transportarlos hasta el pie de la montaña de Montserrat. La factura ascendió a los 17.829,69 euros indicados.