José Antonio Zarzalejos, periodista, ex director de Abc, en un artículo publicado este martes en El Confidencial:
"[...] La corrupción continuada en Cataluña, protagonizada por el ex presidente de la Generalidad y su familia, ha sido –está siendo– un acontecimiento de tanta dimensión que es imposible suponer que no provocará, casi inconscientemente, un retraimiento en ese entusiasmo tan argumentado por los convergentes y republicanos, según el cual España 'nos roba', 'nos expolia' y 'nos frena'. Ya se ha visto que la realidad era y es bastante distinta al prontuario de eslóganes del secesionismo victimizado.
Ha cambiado el elenco de actores principales que encarnaban los valores “del país”, aunque Cataluña no pueda reducirse ni a Pujol ni a Mas ni a Junqueras. No confundamos los términos de la cuestión: la aspiración secesionista persiste en sectores amplios de ciudadanos catalanes y tanto allí como en el País Vasco –aunque hubiera una satisfacción mayoritaria por una solución alternativa– siempre habría bolsas sociales con aspiraciones independentistas.
Ocurre, sin embargo, que una cosa es el secesionismo y otra, bastante diferente, el denominado proceso soberanista. Este último ha muerto, ha fracasado, no es viable. Como suponían algunos, el proceso soberanista que Mas y Junqueras comandan, ha estallado en mil pedazos y renqueará hasta el 9-N. Pero tal y como ahora está planteado ha dejado de tener la más mínima virtualidad política".