Política
Jordi Pupu Pujol, Mobutu Sese Seko, payasos, monstruos y cleptocracia
López Alegre remite al PRI en 'Abc'; Xavier Vidal Folch escribe en 'El País' sobre el "gran defraudador" y Pilar Rahola no perdona a su "Estimado president" y le pide que abandone el domicilio conyugal.
29 julio, 2014 10:52Al escritor Albert Sánchez Piñol, autor del best-seller Victus sobre la leyenda de 1714, corresponde además la autoría de un diccionario básico sobre dictadores africanos titulado Payasos y Monstruos. El libro incluye un fino perfil de Mobutu Sese Seko, probablemente el más burdo chorizo de la historia universal. Sese Seko figura en el panteón de los reyes del trinque por el saqueo generalizado del Congo belga, luego Zaire y ahora República democrática del Congo. Copio de la wikipedia: "La República Democrática del Congo (en francés: République Démocratique du Congo, en kikongo: Repubilika ya Kongo Demokratika, en suajili: Jamhuri ya Kidemokrasia ya Kongo, en lingala: Republiki ya Kɔ́ngɔ Demokratiki, en chiluba: Ditunga día Kongu wa Mungalaata), también conocida popularmente como RDC o Congo Democrático, es un país de África central, denominado Zaire entre los años 1971 y 1997.". Se advierte en la entrada que no se debe confundir con la vecina República del Congo. Lo mismo que Somalia y Somalilandia.
En España, a Mobutu se le llamaba Sesé Seseko probablemente por razones eufónicas y de exotismo. Instauró un inaudito régimen dictatorial que combinaba las más refinadas muestras de crueldad con los más groseros procedimientos de robo por la cara. Sánchez Piñol le apoda "El cleptómano" en razón de que lo suyo era la muestra más perfecta y esférica de lo que se conoció como cleptocracia. Corruzione en italiano. Sánchez Piñol está con la segunda parte de Victus, que podría llamarse Victus 2, Artur contra el imperio del mal, y escribe los domingos en La Vanguardia por lo que es improbable que disponga del tiempo necesario para ampliar o modificar las entradas de su interesante compilación sobre África y sus dictadores, dado que lo de "dictador africano" supera la categoría estrictamente geográfica. Muy recomendable su lectura. Detalla Sánchez Piñol que el dinero y los diamantes congoleños viajaban a Suiza dentro de ataúdes de supuestos fiambres diplomáticos de la nacionalidad helvética. Y dice "El pollito de California" que muy pronto por la mañana se oye a ese gallo cantar y la musa que susurra que el molt honorable se llama Jordi Pupu Pujol.
En Cataluña se agotan los "descalificativos" sobre el expadre de la patria. Pilar Rahola, un referente ético (recuérdese la exclusiva de Mario Pucnik en este diario sobre su falso doctorado) pontifica en La Vanguardia sobre la moral, la verdad y la honradez. Transcribimos: "Estimado president, nos ha engañado. A estas alturas la afirmación no es ninguna novedad, pero sigue siendo la misma bofetada seca que nos golpeó al saberlo. Y no hablo de la escandalera que han montado los sospechosos habituales, cocinando una gran olla con sus restos mientras invitan a las fiestas sociales a defraudadores de decenas de millones cuya españolidad está fuera de toda duda. En esta España de los Bárcenas, los Gürtels y los Eres, lo suyo podría parecer menor".
Hay cosas que no cambiarán nunca. La pasión por España de Rahola es de tal carácter que no pasa una columna sin atisbar en el origen de nuestros males el virus hispanicus. Y "Estimado president". Nótese que no le ha apeado el tratamiento. Pero es un demoledor reproche sentimental, una misiva personal cargada de desengaño e intimidades, una "Carta al president" como titula ella. El juicio final es brutal, implacable, un "yo acuso" de poner los pelos como escarpias y la gallina de piel. Ahí va: "El tercer daño fue cuando todo empezó a salir en El Mundo y nos volvió a engañar. Le recuerdo diciendo que todo era mentira, y su palabra, president, tenía valor para muchos. Podía haber hecho las cosas bien en aquel momento, pero decidió esperar tres años, tres años de mentir continuadamente. Y al final ha confesado a un mes de la Diada y a pocos meses de un reto histórico para Catalunya. No podía cerrar peor su carrera política. Qué triste! Ahora sólo le queda dimitir de todos sus cargos. Y no tarde, porque ya ha hecho bastante daño tardando 34 años en hacer bien las cosas".
Pujol, dese por jodido. Pilar Rahola, la musa de La Vanguardia, la capitana del CATN (ojo al último informe sobre la cuenta, nota o dolorosa de la independencia, que es más divertido que un grandes éxitos de Faemino y Cansado) le ha juzgado y condenado. Siguiendo con el género gore de Rahola me permito dirigirme a Pujol en modo directo. "Señor Pujol, Pilar ha colgado su retrato boca abajo en el muro de la fama de los maridos infieles. Dice que vos le habeís puesto los cuernos a Cataluña en vez de un piso en la calle Aribau y que eso es intolerable". Stop.
Del telegrama al "análisis". Lo más grande del caso es que ese referente mundial del periodismo, poseedora de todos los premios, títulos y reconocimientos posibles y que responde al nombre de Pilar Rahola no se haya enterado en 34 años del talante de quien tanto ha debido de contribuir al sostenimiento de sus gastos y al reconocimiento de sus desvelos, los de ella, por la querida Cataluña.
El artículo de Xavier Vidal Folch en El País vuelve a ser una pieza imprescindible. Se titula "El molt honorable gran defraudor": "El tercer remache es la enervante coartada de que “lamentablemente no se encontró nunca el momento adecuado para regularizar” esa herencia. ¿Por desorden, por despiste, por falta de calendario? ¿O acaso por grácil racanería, porque la mayoría de la familia beneficiaria no quiso acudir siquiera a la generosa última amnistía fiscal, pues habría tenido que pagar un leve 10% del patrimonio negro? ¿Se creían su halo de impunidad, convencidos de que el pasado de su jefe de filas como valiente antifranquista y patriarca de la democracia y la autonomía, le otorgaba patente de corso para cualquier desatino? Atención: esas consideraciones se formulan teniendo en cuenta solo su confesión, y no los indicios judiciales sobre actuaciones (quizá) ilegales del clan. Otros son más duros. “Seguramente se lo merece” (el escarnio público), musitó ayer su austero cuñado y ex alter ego, el respetado historiador Francesc Cabana, harto de poner siempre la mano en el fuego por él... y de quemársela. Contra lo que sostiene Mas, el asunto desborda el ámbito personal, porque Pujol lo ha sido todo en Convergència, su fundador y su ideólogo; y es, hasta hoy, no un abuelo cebolleta, sino su presidente de honor e icono histórico por haber presidido la Generalitat en seis legislaturas". Aventura el análisis algunas posibilidades abiertas tras el terremoto: "Posiblemente. No es seguro, porque la alternativa radical al nacionalismo-antes-moderado está ahí, preparada, acogedora, dispuesta a engullir a Mas —quien ya exhibe tozuda inclinación a ser abrazado por el oso— y a su patrulla de admiradores de Sansón. Por cierto, ¿por qué quedaron 48 horas mudos, de repente, gentes como el locuaz portavoz Quico Homs? Quizá rumiaban, jóvenes Brutus, una traición temprana a Mas. O quizá, en la desolación, algún prohombre de la Cataluña oficial esté pensando —además del previsor Duran Lleida, que se apartó ¿a tiempo? del diluvio— en la necesidad de modular estrategias, volver a la centralidad, desdeñar el precipicio".
En el Abc es Joan López Alegre quien amplia horizontes, como en la famosa narcobalada "Soy un truhán, soy un señor" de Julio Iglesias. Lo veteranos recordarán el número de karaoke del Tricicle, un hit de la época del 3%. Para López Alegre, lo de Pujol es de las dimensiones de las siete décadas del PRI mexicano en lo que se antoja una acertada y depurada comparación. Atención a la placa de memoria del periodista y tertuliano: "¿Acabará CiU como Unió Mallorquina? CiU tras el caso Palau, Pretoria, Casinos, Pallerols, Turisme, es ahora un Costa Concordia de la política, que se mantiene a flote de forma artificial pero la ANC, Òmnium, ERC y los cuadros medios de CiU son frankesteins con vida propia que será imposible que sean controlados desde la Plaça de Sant Jaume. Como ocurría en México en las siete décadas del PRI, los presidentes podían saquear fondos públicos y luego tenían impunidad eterna. Aquí se cumplió la primera parte, la segunda quedó cerca".
Pues nuestro capitán Francesco Schettino, o sea Pujol, sería también un Apostolos Mangouras, capitán del Prestige que yace en el fondo del mar. Y ya puestos, el capitán del Titanic, Edward Jhon Smith, y el del Bismarck, Ernst Lindemann. Por veinticinco pesetas, nombres de naufragios, tic, tac, tic, tac. Imborrable Kiko Ledgard en el Un, dos, tres de Ibañez Serrador. En fin...
La noticia viene en El Mundo y en El Periódico y se trata de que el juez Ruz de la Audiencia Nacional amplía la investigación a Oleguer Pujol Ferrusola, el benjamín, dedicado a los negocios inmobiliarios y que tenía la sede de su empresa en Madrid, en una nueva muestra de compromiso, patriotismo y espíritu comercial. Hay sospechas sobre tres mil millones de euros. Para que se hagan una idea: el bote del sorteo de los euromillones de hoy asciende a 65 millones de euros. Y si pueden, piensen ahora en tres mil millones de euros. Claro que los Pujol son familia numerosa, pero...
La tentación es irresistible. Hay una "cosa" que se llama El llibre roig de Jordi Pujol, publicado por Planeta en 2003 con prólogo de Baltasar Porcel y edición a cargo de Josep Faulí que recoge "pensamientos", "aforismos" y "sentencias" del presunto inocente. Página 103, como el coñac La Parra (el que lo bebe la agarra, Fernando Esteso), entrada titulada "Franco, Francisco". Dicta Pujol a Faulí: "El general Franco va escollir, com un instrument de govern, la corrupció. Va afavorir la corrupció. Sabia que un home, a causa de fets de corrupció econòmica o administrativa, esdevé un presoner. Per això el règim franquista va fomentar la immoralitat de la vida pública i econòmica. Com es fa en certes professions indignes, aquell règim procurava que tothom estigués enfangat, que tothom estiguès compromès".
Y Jaume Matas, otro "expresident", en la cárcel. Añoranza de Berlanga.
29 de julio, Santa Marta y San Lázaro.