En el día del botafumeiro la actualidad es local, género informativo en el que se detectan las grandes corrientes de fondo. Ada Colau amaga con disputarle la alcaldía de Barcelona al republicano Alfred Bosch y una encuesta de El Periódico sitúa a "Guanyem Barcelona" (el nombre de guerra electoral de Colau) en una horquilla de entre tres y cuatro concejales. Parece poco, pero es que la activista antibancaria aún no sabe si su lista será una plataforma, una federación, un casal libertario o un frente popular. Es un proyecto en fase "fer volar coloms", como la lista antibicing que estudia habilitar un grupo de panteras grises de los dos Ensanches.
Para que se hagan una idea cabal de la encuesta, el resultado es: CiU, 10-11 concejales (14); ERC, 7-8 (2); PP, 6-7 (9); PSC, 6 (11); ICV, 3-4 (5); Guanyem 3-4 y Ciutadans, 2-3. O sea que Trias, hoy, ganaría, pero las elecciones serán la próxima primavera, mayo florido, el mes de la rosa de fuego de tal forma que el doctor Trias arrastrará a esas alturas los efectos del fiasco de la consulta (que pase lo que pase será letal para CiU) y quién sabe si otro alcázar okupa que no se le rinde en plena campaña electoral. Y o sea también que Bosch, que ya se pasea por las Ramblas como si fuera Quim Nadal en Gerona, no rentabiliza en absoluto el subidón subidón de ERC y a menos de un año de los comicios ya se le ha escapado la mitad del gas.
Tal vez la providencia quiera librar a Barcelona de la regiduría del autor de "Ruta de les Llibertats, passejades per la Barcelona èpica", un "libro" escrito por Bosch y Josep Melero. En la cosa, financiada por el Ayuntamiento y prologada por Jordi Hereu, Barcelona es una trinchera, una casamata, un búnker y una barricada desde el día que se juntaron dos hasta ayer por la tarde. A Bosch le encadila y le fascina el punto cafre y cainita, las historias de campesinos segando burgueses, iglesias en llamas, conventos a la fuga, las bombas ácratas, los ajustes de cuentas comunistas, las manifas separatas y en general todo lo que tenga que ver con manadas de "hooligans", algaradas de fuego y masacres almogávares. "Ruta de les llibertats". El efecto de una lectura en diagonal es que acto seguido se comienza a preparar la maleta. Por si acaso, no para irse de vacaciones.
La opción Bosch como alcalde, sin embargo, es menos sugerente que la de Ada Colau, ejemplo de matrona barcelonesa corajuda, guerrera y orgullosa. Colau no es Pablo Iglesias. Sus tertulias han sido de otra clase, entre los desesperados, contra los bancos y en primera línea de la crisis, donde el problema es comer. Ya la ponen de vuelta y media algunos excompañeros de viaje, lo que es típico, inevitable y hasta una buena señal. También le reprochan que es una soberanista tibia. Ella sostiene que esa no es la historia.
Destaca también la posición central del PP. Alberto Fernández Díaz podría empatar a concejales con Bosch. Lo nunca visto. Y superar al PSC, más raro aún. El descontrol total de Barcelona favorece a dos fuerzas antagónicas: orden y desorden. Según Luciano de Crescenzo, eso no es ni intrínsecamente malo ni necesariamente bueno. Es así, simplemente. Orden y desorden, Partido Popular y Frente Popular.
En El Periódico, José Rico dignifica el género de la traducción de los sondeos con un texto legible: "Barcelona suele ser un buen sismógrafo para detectar los movimientos tectónicos que en un futuro más o menos cercano removerán la política catalana. En el ayuntamiento de la capital nació y murió el tripartito de izquierdas antes de que naciera y muriera al otro lado de la plaza de Sant Jaume. Esa eficacia predictiva volverá a ponerse a prueba a partir de las elecciones municipales del 2015, en las que Barcelona puede ser el epicentro de un temblor de grado superlativo. A 10 meses de los comicios, el mapa municipal que podrían dejar las urnas haría de la gobernabilidad de la ciudad una misión no apta para cardiacos. El desgaste de la CiU de Xavier Trias y el auge de ERC y de la izquierda alternativa arrojarían un consistorio troceado en siete fuerzas políticas, en el que la distribución de los 41 concejales obligaría a forjar alianzas contranatura para gobernar la ciudad".
Trias. Trias y la Zona Franca. Como la ciudad está como está, entre los efluvios de Calcuta y la densidad de Bombay, al equipo de gobierno municipal se le ha ocurrido que nada mejor para resolver la crisis de autoridad y satisfacer las demandas ciudadanas en materia de paz, ruidos, escuelas, transporte y asistencia que instalar una estación de esquí en la Zona Franca. Una ESTACIÓN DE ESQUÍ en Barcelona, reivindicación histórica donde las haya. Salía la gente a la calle en los albores de la primera Transición cuando se acuñó aquello de "libertad, autonomía y una estación de esquí como en La Molina".
¿No se lo creen? Lo cuenta en La Vanguardia Jaume V. Aroca. Ahí va: "Una pista de descenso, dos pistas de patinaje sobre hielo y tres de curling. Todo en un espacio de casi medio kilómetro de longitud en la Marina de la Zona Franca, pegado a la ronda Litoral, en la calle Motors, justo en el mismo lugar donde ahora está el instituto La Mercè y la sede central y el almacén del Banc dels Aliments de Barcelona".
Lo normal, total sólo se trata del banco de los alimentos en un país en el que hay críos desnutridos.
Continúa Aroca: "El pleno del Ayuntamiento de Barcelona que se celebra esta mañana debería debatir –aunque lo más probable es que el punto decaiga del orden del día– la modificación del Plan General Metropolitano en la Zona Franca (véase el mapa de esta misma página). Este es el primer paso para hacer posible la construcción de una gran pista de esquí de Barcelona. De hecho, según explicó ayer la concejal de Deportes, Maite Fandos, la comisión de gobierno ya aprobó en su reunión del miércoles la elaboración del plan especial de la zona 14, que afecta precisamente a este sector. Fandos, en declaraciones a La Vanguardia, precisó que la creación de este equipamiento está vinculada a la candidatura de Barcelona para los Juegos de invierno, pero aseguró que, “aunque no llegáramos a concretar la candidatura, el equipamiento, por sí mismo, ya tendría sentido”".
¿Sentido? ¿Esquiar en Barcelona? En los alrededores de Madrid hay un centro comercial con pista de esquí.("equipamiento" privado). Y en Dubai o en Qatar. Hay gente para todo y todo el sentido del mundo tiene lo del esquí aquí. Y más en verano. Es que es de cajón. Lo del curling es que es básico y no se entiende como Barcelona ha podido superar el siglo XX sin una ¿pista? de curling, que es eso de barrer alrededor de una bombona de camping gas, creo. Sólo se explica si ha sido una petición de la sectorial de snowboard de los okupas de Can Vies.
Más bizarrismo, que por fin es viernes. Sin salir del diario de la plaza de Calvo Sotelo, a Luis Benvenuty le toca glosar el noventa aniversario del Metro. La anécdota es la siguiente: "La inusitada aparición de un ratón que estaba comiendo galletas en una máquina de vending en la parada de Sants Estació obligó ayer a revisar las cerca de 200 unidades instaladas en el suburbano. Aún se investiga cómo entró en una máquina supuestamente hermética. Antes de recurrir al sentido común, la empresa quiere descartar todas las posibilidades técnicas". ¡Qué tierno! Un ratón chiquitín, el ratoncito Pérez y Speedy González (sugerencia musical) comiendo galletitas de queso en la maquina de las patatas fritas.
Tras el apunte irónico del sentido común de los genios del vending y confirmada la ya no leyenda urbana de los orines de ratatuí en las latas de refresco hay otra actualidad, que muchas veces, y hoy es una, adquiere la forma de noticia buena y noticia mala. Y como hay veces que preguntar ya es preguntar demasiado, la mala primero. Han muerto 110 pasajeros, una gran mayoría de ellos franceses, de un avión tripulado por seis españoles. Se estrellaron en Mali. Se estudian las causas. Esquivaron una tormenta pero se perdió el contacto. Se suma al avión abatido sobre el cielo ucraniano, al accidentado en Taiwan. Todo en una semana. Y aún no hay ni un solo rastro del avión perdido en el Índico. Una crisis en el sistema aéreo como la que presagian estas catástrofes afectaría gravemente la recuperación de los países turísticos, entre otras muchas consecuencias. La vida y la muerte penden de una maniobra atinada, como la del piloto ruso que abortó el aterrizaje en El Prat a cien pies del suelo. Lo raro es vivir, que titulara Carmen Martín Gaite.
La parte positiva. Pelotazo en la creación de empleo. Parecen cifras incontestables, hasta el punto de que los editoriales tienden a lo ditirámbico y triunfalista. Conviene la prudencia, pero también el optimismo. En el diario de Godó, el aldabonazo de la Encuesta de Población Activa se saluda con redoble de tambores y retriple de trompetería: "IMPRESIONANTE despegue de la creación de puestos de trabajo en España durante el segundo trimestre de este año. Por primera vez desde que empezó la crisis, hace ya más de seis años, se ha creado empleo neto de una forma nítida y contundente: 402.400 nuevos ocupados entre abril y junio. La cifra de personas que trabajan vuelve a estar por encima de los diecisiete millones. El presidente del Gobierno ha dicho que hace tiempo que deseaba que se produjera esta noticia. El resto de los ciudadanos, también. Es realmente un dato que refuerza la confianza en el futuro de este país, después de momentos tan duros en los que la sociedad ha estado al borde de la desesperanza. Pero –y es obligado decirlo– ni el Gobierno, ni los agentes sociales ni ningún otro colectivo debe bajar la guardia en la lucha por la competitividad, la creación de riqueza y de empleo. Son muchos todavía los que no tienen trabajo. El desempleo se ha reducido en un año en 424.500 personas, lo que supone la mayor caída desde 1999, pero aún quedan 5,6 millones en las listas del paro, el 24,47% de la población activa".
Está en todas las portadas, pero la que se lleva el premio a la combatividad es la de El Punt-Avui. "España nos frena", titulan, con ese gracejo característico de todas las portadas del viejo Avui. Se basa en unas declaraciones de Miquel Valls, de la Cámara de Comercio. España, vaya tope. Ya te digo. España nos frena. Es una relación la de El Punt con España que sugiere lecturas sadomasoquistas y abocan a un ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio. Llegará el día que abran la primera con un "España nos pone". Carne de diván.
El hombre del día es Ángel de la Fuente, el economista que se ha tomado la molestia de calcular las balanzas fiscales, exponerlas con gran espíritu pedagógico y acto seguido refutar que sirvan para algo. Según De la Fuente, que podría ser un hombre clave en el futuro de lo que quede de España, el método, los cálculos y todas las teorías contables arrojan un resultado incontestable: España está tan descosida que no hay ciudadanos iguales, que no es lo mismo vivir aquí, allí o acullá. Que no es un tema de si Cataluña y Extremadura, Madrid, Valencia o Andalucía, que el problema es de otra naturaleza, de derechos ciudadanos, de derechos individuales. Es una entrevista realizada por Álvaro Carvajal en la que el profesor es tajante y contundente. "Hay dos castas: están los vascos y navarros, y luego el resto", sostiene. También se queja de no haber abierto el melón antes. No se hablaría del "Espanya ens roba", cree, amparado en la teoría de que Mas, Junqueras y Forcadell se creen de buena fe las mentiras habituales.
Vascos y navarros y luego el resto. Pues tampoco es nada nuevo en la historia de España. Aquí, la buena noticia es que por fin alguien se atreve a decirlo alto y claro en el país de la liga BBVA.
El artículo recomendado es de Hermann Tertsch en Abc. Va sobre el catalán y el español como idiomas para no comunicarse: "Me sucede continuamente en las redes sociales que se dirigen a mí en catalán. Lamento no hablarla porque toda lengua suma riqueza. Vengo de un entorno y una tradición políglota, especialmente por mi parte centroeuropea, en la que dominar cinco o seis lenguas y defenderse en otras tres o cuatro no era algo extraordinario. Lo dicho, al no ser catalán una de las lenguas que hablo se lo hago saber al interlocutor. Y no se lo hago saber en alemán o inglés, ni en esperanto, serbocroata o yiddish. Sino en la lengua común que hablamos los dos. Que es el castellano o español, que debemos dominar por ley todos los españoles y hablan otros 450 millones de seres humanos. En la mayoría de los casos en que obtengo respuesta, me llega, créanselo, otra vez en catalán. Ahí suelo cortar el diálogo. (...) En ningún rincón del mundo –salvo trastornos muy puntuales de conducta– se encuentran personas que, pudiendo entablar comunicación y entenderse en una lengua común con un extraño, recurran para hablar con éste a otra en la que no hay entendimiento posible. Más allá del odio que siembra a diario el nacionalismo… Más allá de las cansinas y grotescas letanías del victimismo… ¿por qué hay tanta gente en Cataluña en estos momentos que te habla ex profeso para que no le entiendas? Cabe sospechar que no quieren salirse de su muy frágil guión. Que muchos de ellos pretenden muy firme y radical sobre muy frágiles fundamentos. Toda una metáfora de la negación de la realidad que el nacionalismo promulga".
25 de julio, Santiago, patrón de España. Y también es San Cucufate, por si conocen a alguno.