La difusión de las balanzas fiscales de las comunidades autónomas no ha satisfecho a nadie, lo cual no es un caso de rara unanimidad. Responde más bien al incomodo que produce en España hablar del dinero propio y la alegría e imaginación con la que se parlotea del de los demás. En Madrid se constata que la verdadera víctima es Madrid (y Valencia) y en Barcelona hay consenso general en la sospecha. Los diarios Ara y El Punt-Avui muestran hoy su perfil más combativo, como los periódicos de la Segunda República, entre el muralismo insurrecto y el panfleto incendiario. No obstante, son diarios básicos para la comprensión general del fenómeno. En ese sentido, la portada de El Punt-Avui es sencillamente genial. "No fan el pes", exclama la primera página sobre una foto del profesor Ángel de la Fuente caracterizado como el vocalista de Bad Manners. En otros periódicos, De la Fuente es el muñeco de Michelín.

El catalanismo algodonoso considera que uno de los hechos diferenciales obvios es que Cataluña se caracteriza por una urbanidad refinada y esférica mientras que del Ebro para abajo todo es África, un secarral con tábanos del tamaño de drones, clima, flora y fauna que genera un tipo duro, bajito y renegrido. ¿Racismo? En absoluto, puro tallaje y descripción del paisaje. No fan el pes, que diu la tieta Dolors. En el Ara, el lema del día es: "Balanzas trucadas", sutileza que se corresponde a un artículo del economísta Xavier Sala i Martín, intitulado "Esconder un déficit descomunal".

Los economistas han sustituido a los cocineros como estrellas del rock and roll. Si hace una década ser chef era el colmo de lo cool, ahora se lleva ser economista. Gay de Liébana compite con Chicote en memes. Santiago Niño es el Salieri de la mozartiada. Se le cumplen todos los pronósticos. El truco está en hacerlos a posteriori, lo que minimiza el margen de error. Y ni aún así se acierta siempre. Y Sala i Martín, que como Mas-Colell pasa por ser una gran eminencia, es el Ángel de la Fuente de los austracistas. La anécdota es que se le conoce por sus chaquetas de colores y por cambiar de modelo cada cinco minutos. Sala i Martín pasea por Barcelona como Pere Gimferrer, con los aires magnánimos de un Pompeyo Gener. No pasa desapercibido, pero tanto cambio de vestuario en un economista es sospechoso, como si el neumólogo te atendiera fumando. Fumando él, claro.

Lo curioso del caso es que si Sala i Martín fuera vendedor de coches no se comería un rosco, mientras que como profeta, augur y gurú se le concede un crédito ciego. Es lo más parecido a House que sale por TV3.

En la contraparte, Ángel de la Fuente parece el abanderado del pragmatismo, la sensatez y el rigor del contable. Antes, cuando los precios era justos, los políticos honrados y los niños respetaban a los mayores, un contable era una cosa seria, como un notario. Lo que un practicante a un médico. De la Fuente es el personaje clave de todo este embolado, el compilador de los datos, el inspirador de la metodología, el tipo que ha tenido el humor de ponerse a calcular la cosa, territorializar la nomenclatura (un brindis al sol académico que no obsta para la aceptación de las tesis de quienes sostienen que ustedes nosotros no pagan, que es la tierra) y darle forma al mondongo.

Él mismo se explica en El País, por si no había quedado claro. Un par de extractos: "Llevo seis meses librando una batalla complicada. Periodista al que pillo por banda, periodista al que intento convencer de que el día que se publiquen las benditas Cuentas Territorializadas (CT) la noticia no deberían ser los muchos miles de millones a los que ascienden los déficits fiscales de Madrid y Cataluña, sino los pocos motivos justificados de queja que hay detrás de tantos ceros. Si de lo que se trata es de épater al personal, el titular correcto no sería 'España nos roba a los catalanes y madrileños', sino 'Los gobiernos regionales de Madrid y Cataluña tienen más cuento que Calleja'. Si podemos ser un poco más didácticos, bastaría con 'Las cuentas territorializadas revelan problemas de equidad territorial de una magnitud manejable'. Puesto que no estoy muy seguro del éxito de mis esfuerzos, déjenme que haga un último intento de convencerles de que los saldos fiscales regionales no son para nada un buen indicador de la existencia de sangrantes injusticias en el reparto de los recursos públicos —y menos aún una razón convincente para liarnos a tortas, como quisieran algunos de nuestros bien amados líderes regionales".

No deja de tener su punto presentar por la mañana la cosa y pedir perdón al día siguiente en el periódico de mayor tirada. Cosas de economistas....

Sigue De la Fuente: "La buena noticia de las cuentas territorializadas es que el componente potencialmente preocupante de los saldos fiscales regionales es de un tamaño manejable. Aproximadamente dos tercios de tales saldos se deben simplemente a que en los territorios más ricos se pagan más impuestos por habitante que en los pobres. El tercio restante proviene de la distribución del gasto público y aquí sí que hemos encontrado indicios de cosas preocupantes, aunque de una magnitud modesta".

A grosso modo, Madrid tendría un déficit de 15.000 millones y Cataluña, de 8.000, la mitad de lo que reclama Mas. Pero esto, no sirve para nada, según el autor de las "Cuentas Territorializadas", (CT). Sostienen los críticos que el Gobierno trata de apagar un fuego con leña (hablar de gasolina sería exagerado). Los apocalípticos dicen que Rajoy, Montoro y De la Fuente mienten como bellacos. Los integrados, que el bellaco es Mas y que Cataluña roba a España, etcétera, etcétera.

El detallito está en La Vanguardia. Es una pista para quienes quieran prolongar la discusión ad eternum. En "La mirilla": "El informe de las balanzas fiscales disponible en la página web del Ministerio de Hacienda es una versión reducida del mismo informe colgado en la de Fedea, la agencia a la que el Gobierno ha encargado el estudio". En la web de Fedea, la introducción "carga contra “los sucesivos gobiernos centrales españoles”, que “no han hecho nunca el esfuerzo de poner a disposición pública una información detallada sobre la incidencia territorial de sus actuaciones”".

Hay más noticias. El buen rollo entre Rajoy y Manuel Valls escuece en el soberanismo como la picadura de una medusa. Pero es más grave, es un mordisco de tintorera. Europa en bloque dice no a las pretensiones separatistas del bloque del derecho a decidir. La defensa de las posiciones independentistas es terminal: Terricabras con el discurso de Francesc Pujols. Si Podemos tuviera una idea, ni que fuera remota, sobre el asunto catalán, el funcionariado y el militariado del proceso abrazarían sin pensarlo dos veces lo que dijera el profeta Iglesias, el primer telepredicador de la historia de la televisión en España. Afortunadamente, en Venezuela no hay nada parecido a Cataluña (en realidad, el fenómeno resulta interesante porque es único, que es la misma razón por la que tampoco resulta demasiado productivo su estudio) e Iglesias, Monedero y los del "Frente Farabundo 15-M" no tienen ni la más repajolera idea de lo que es el "procès" y quién coño es Josep Rull. Ellos se lo pierden, o no, puesto que amenazan con tener más votos que CiU.

Valls, por si no ha quedado claro, estuvo en La Moncloa entre abrazos y agasajos. Como nadie es profeta en su tierra, la prensa de Barcelona está como resentida con nuestro convecino de Horta-Guinardó, del sector duro del Partido Socialista Francés, primer ministro y catalán. Un catalán que tiene la desfachatez de considerarse español y de no ser nacionalista. Un disidente, vamos. Pocavergonya. Total que el tiro en el pie de las balanzas fiscales (Madrid, Valencia y Andalucía, que recibe casi nada por habitantes ya están en pie de guerra y en la rebelión a la catalana) quedaría en parte compensado por el aplastante éxito del Gobierno en el frente internacional.

Antes de seguir con Manuel Valls, la corrupción en España. Fabra el de las antiparras ha sido condenado en firme a cuatro años de trena. Se le acabó la suerte (parece) al tipo que más suerte tenía de España. Sí, Fabra el de la lotería, cuatro gordos en ocho años, o por el estilo.

Y otra vez Valls. En un país dirigido por personas normales, que un paisano haya llegado a primer ministro de Francia estaría en general bien considerado. De hecho, si nuestros munícipes y mandarines generalizantes fueran gente verdaderamente seria, el padre de Valls, el pintor, tendría una placa, como mínimo, en la casa donde nació o daría nombre a una recoleta plaza de Horta o del Carmelo. Pero es que además, en países dirigidos por otras clases de gentes, Manuel Valls dispondría de la Creu de Sant Jordi, las Llaves de la ciudad de Barcelona, el título de hijo ilustre, predilecto y providencial, pases de temporada para el Español y el Barça, abono perpetuo en el Liceo, botella de cognac en el Círculo y, más en serio, un par o tres de honoris causa en las pocas universidades salvables del Cafarnaúm que es el sistema académico superior en Cataluña. Con decir que el título de diplomático catalán se lo dan a los funcionarios de la Dipu tras un cursillo de trescientas horas que incluye clases en español.

Tal vez algún día cambie todo esto. Mientras tanto, Valls, que es un personaje mundial, no como Mas o Junqueras, que fuera de España es como decir John Smith, protagoniza la actualidad política internacional por la reorganización del Estado francés. (Y ahora repitan mentalmente: "Estado francés, estado propio, estado francés, estado propio).

La crónica en El País es de Carlos Yarnoz, quien escribe: "“La madre de todas las batallas”, como la ha definido el primer ministro Manuel Valls, se saldó este miércoles con una victoria inicial del Gobierno y del presidente François Hollande. En medio de críticas y tensiones, la Asamblea Nacional ha aprobado (por 261 votos, 205 en contra y 85 abstenciones) un nuevo mapa de Francia para que las actuales 22 regiones metropolitanas queden reducidas a 13 con el fin de ahorrar 12.000 millones de euros anuales. Se trata de un paso fundamental del gran paquete reformista, una vez lanzado el capítulo presupuestario, incluido en el Pacto de Responsabilidad. Esta victoria gubernamental augura, no obstante, nuevas y variadas batallas en los próximos meses, incluso dentro del Partido Socialista francés. Con el nuevo mapa, Francia tendrá regiones con un peso de población más parecido al de Alemania (5,1 millones de media por lander) o Italia (4,4 millones), frente a los 2,9 millones de media hoy en Francia. A la espera de posteriores modificaciones, entrará en vigor en enero de 2016. La nueva organización, que afectará también a ayuntamientos y departamentos (provincias), incluirá la concentración de servicios comunes y la desaparición posterior de órganos de gobierno provincial y regional. Solo los departamentos tienen 300.000 funcionarios y las regiones, 80.000. Los ayuntamientos, que deberán tener al menos 20.000 habitantes (ahora 5.000), cuentan con 1,4 millones de funcionarios".

Visto lo cual, el proceso catalán adquiere unos visos de paletada de tal tamaño que dan ganas de dejarlo estar. Error. Contra más delirio más peligro y si en Madrid, el eurodiputado Iglesias es el referente de la izquierda, en la Generalidad puede acabar gobernando David Fernàndez con Mas de consejero de juventud y tiempo libre y un okupa en Interior.

24 de julio, Santa Cristina