Guerra de manifiestos en Madrid, directamente relacionada con el desafío rupturista que plantea el presidente de la Generalidad, Artur Mas, y poco antes de que -previsiblemente- este se reúna con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Si ayer martes una cincuentena de intelectuales y personalidades de la política y los medios españoles presentaban un manifiesto que llamaba a no plantear negociación alguna con los nacionalistas, este miércoles se presenta otro muy diferente, que pide una reforma federal de la Constitución, como forma de dar una solución al reto secesionista.
La declaración, con el inequívoco título Una España federal en una Europa Federal, señala la "insuficiencia de la estructura territorial del Estado que establecimos en la Constitución de 1978", así como el creciente "descontento" sobre el sistema autonómico en algunos territorios. Más concretamente, indica que "en algunas nacionalidades de nuestro país, como Euskadi y Cataluña, crece un movimiento independentista que pone en grave riesgo la unidad del Estado", y advierte de que "ocultar estas realidades, minimizar sus posibles efectos o adoptar actitudes inmovilistas sería una ceguera imperdonable que no podemos ni debemos permitirnos".
Hecho el diagnóstico, los firmantes proponen su tratamiento: "Reformar nuestra Constitución en un sentido federal". Una reforma que, a su juicio, debería basarse en cuatro puntos fundamentales. Que coinciden a grandes rasgos con otras propuestas federalistas, como la que elaboró el año pasado el PSC a iniciativa de su ex líder, Pere Navarro -y con participación del líder actual, Miquel Iceta-, y recogió en parte después el PSOE en su Declaración de Granada.
Nacionalidades, competencias y financiación
En primer lugar, proponen "el reconocimiento de las identidades diversas que componen nuestro país hasta el punto en que la evolución histórica ha establecido". Piden también "el establecimiento de una Cámara territorial, con atribuciones legislativas exclusivas en sus competencias", así como "una distribución clara de las competencias entre la Administración General del Estado y las Comunidades".
Finalmente, los firmantes abogan también por "una financiación justa y equilibrada, basada en los principios de igualdad de derechos de los ciudadanos, de solidaridad entre los territorios". Una financiación que debería cumplir el llamado principio de "ordinalidad", es decir, que ninguna CCAA no pierda posiciones en el ranking de riqueza tras ejercer la solidaridad.
El manifiesto justifica su propuesta razonando que las otras opciones ante el reto independentista, "seguir igual que estamos, pensando que los problemas se arreglarán por sí solos", o bien "plantear una ruptura entre ciudadanos que llevamos tantos años conviviendo en la misma comunidad política", llevarían tan solo a un estéril enfrentamiento". "Seamos sensatos, a la vez que audaces, y abordemos las reformas constitucionales necesarias en el más amplio consenso, como hemos hecho en otros momentos decisivos de nuestra historia", concluye.
Los firmantes
Firman el texto, entre otros, la abogada Cristina Almeida; los poetas José Manuel Caballero Bonald y Luis García Montero; la catedrática y ex senadora del PSC Victoria Camps; los cineastas José Luis Cuerda y Manuel Gutiérrez Aragón; los periodistas Joaquín Estefanía, Ignacio Escolar, Fernando González Urbaneja y José Antonio Zarzalejos; el ex ministro de Educación Ángel Gabilondo; el ex magistrado Baltasar Garzón; la escritora Almudena Grandes, o el ex dirigente del PCE y de IU Nicolás Sartorius.
El texto, además de en sus propuestas, difiere del manifiesto Libres e Iguales, presentado el día anterior, también en el vocabulario. Así, mientras la declaración de ayer se refería a España como "nación", el de hoy elude el término, y prefiere referirse a España como "país". Por contra, admite la existencia de "nacionalidades", refiriéndose explícitamente a Cataluña y el País Vasco.
También es notablemente diferente la composición ideológica general de los firmantes. Mientras en la declaración de ayer la mayor parte -con excepciones- proviene de los entornos del PP, Ciudadanos y UPyD, con alguna aportación socialista, los firmantes de hoy provienen mayoritariamente -también hay excepciones- del ámbito de la izquierda, principalmente del PSOE y de IU.