Política

"Lo que no puede ser es que el nacionalismo esté todo el rato paseando sus mentiras sobre los 300 años de opresión que no fueron; sobre el "España nos roba", que resulta que no nos roba, sobre ese futuro en la Unión Europea que les parece esplendoroso y que, por supuesto, está por ver... Crear un país nuevo a partir de mentiras parece bastante insensato"

8 julio, 2014 05:51

Ignacio Martínez de Pisón, escritor, en una entrevista publicada este domingo en El Mundo:

[...] ¿Cómo percibe la deriva independentista en Cataluña?

Creo que una ensoñación ha calado en gran parte de la clase media, la ensoñación del "solos estaríamos mejor". ¿Qué va a pasar? Supongo que al final no pasará nada, que en algún momento se llegará a algún tipo de acuerdo civilizado, como siempre ha ocurrido. Lo que no puede ser es que el nacionalismo esté todo el rato paseando sus mentiras sobre los 300 años de opresión que no fueron; sobre el "España nos roba", que resulta que no nos roba, sobre ese futuro en la Unión Europea que les parece esplendoroso y que, por supuesto, está por ver... Crear un país nuevo a partir de mentiras parece bastante insensato.

¿En el día a día Barcelona le sigue siendo una ciudad cómoda, sin problemas, su ciudad?

Sí, no hay tensión. Te pueden insultar por Facebook por una declaración que has hecho, por algo que has dicho, pero no, no hay problemas. Y todo cambia muy deprisa. Hace tres años, en las municipales, ERC desapareció prácticamente [dos concejales en Barcelona], y ahora las encuestas le dan como partido ganador. En otros tres años podemos volver a la situación anterior... ¿Sabe cuántos catalanes se sienten sólo catalanes? Un 23,5%. Hay un 76,5% de la población que, en alguna medida, se sienten también españoles. Los lazos afectivos profundos o subterráneos que unen a la población catalana con el resto de España siguen existiendo, al menos en una gran mayoría. Eso hace que, al final, los trapicheos de los políticos sean como pompas de jabón. Sigue habiendo una adhesión sentimental, es imposible que no la haya.

¿Cuánto lleva en Barcelona?

Treinta y dos años.

Una vida...

Bueno, mis hijos [uno de 24 años y otro de 18] son de aquí. Sí, es que lo que aquí se plantea es si mis vecinos tienen derecho a obligarme a elegir entre la tierra de mi madre y la tierra de mis hijos... Así de sencillo.