Alfredo Pérez Rubalcaba lo deja del todo. Justo un mes después de haber anunciado que convocaba un congreso extraordinario en el PSOE, al cual ya no se presentaría, el aun secretario general de los socialistas da un paso más y anuncia que abandonará su escaño en el Congreso en septiembre, a la vuelta de las vacaciones, para volver a dar clases en la Universidad.
"En septiembre dejaré mi escaño y volveré a mi universidad", ha anunciado este jueves Rubalcaba, en una breve comparecencia ante la prensa en el Congreso, previa al último pleno de este periodo de sesiones. En concreto, Rubalcaba se reincorporará a la Universidad Complutense de Madrid, como profesor de Químca Orgánica.
Rubalcaba, que se estrenó como diputado en 1993 y ha mantenido su escaño en todas las legislaturas hasta ahora, ha destacado que "han sido 21 años de un honor para mi, a los que pongo fin ahora", porque "el mayor honor que puede tener un político es ser diputado, no hay otro puesto más importante, mas relevante ni mas gratificante".
El aun líder socialista ha explicado que "mucha gente" conocía su decisión. Y ha avanzado que, de la misma forma que seguirá como secretario general del PSOE hasta que el congreso extraordinario del partido elija el 13 de julio a su sucesor, también mantendrá hasta entonces su puesto de presidente del Grupo Parlamentario Socialista. Pero que solo volverá a acudir al hemiciclo si se convocara algún pleno extraordinario.
Ovación unánime
"Lo único que deseo es que me echéis tanto de menos como yo os voy a echar de menos a vosotros", ha dicho Rubalcaba a los periodistas, para cerrar su breve comparecencia. Posteriormente, el resto de parlamentarios lo ha recibido con una cerrada ovación, con la práctica totalidad del hemiciclo puesto en pie.
El presidente del Congreso, el popular Jesús Posada, le ha dedicado unas palabras de apoyo: "Quiero agradecerle su labor durante todos estos años, que ha dado categoría y altura a la función de diputado", ha proclamado Posada. "Siempre será recordado como una gran fugura del parlamentarismo del siglo XXI", ha añadido.
Tras su anuncio de despedida, Rubalcaba ha seguido recogiendo muestras de reconocimiento, tanto en su partido como desde sus rivales políticos. Por el PSOE, otro veterano de la política como el ex vicepresidente del Gobierno y ex número 2 del partido Alfonso Guerra ha asegurado que va a echarlo de menos.
Elogio tras elogio
También ha recogido elogios Rubalcaba de los dos principales candidatos a sucederle en el partido, Pedro Sánchez y Eduardo Madina. Aunque estos han resaltado casi más la renovación que ahora acomete el partido.
Así, Sánchez ha definido a Rubalcaba como "gigante de la política", que "ha hecho mucho bien a España", y ha destacado que, tras su marcha, el relevo lo tomará una "nueva generación". Madina, por su parte, ha dicho "comprender bien" su decisión, y le ha deseado "mucha suerte". Añadiendo que ahora el PSOE está "a las puertas de un tiempo nuevo".
Por parte del PP, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha alabado sus "muchos años" de servicio público y le ha deseado "todo lo mejor" y "toda la suerte del mundo". Aun ha cargado más sus elogios el portavoz parlamentario popular, Alfonso Alonso, que ha asegurado que el Congreso "pierde" con la marcha de Rubalcaba. "Se ha ganado el respeto del PP", ha continuado. "Hemos aprendido mucho de él", ha afirmado.
Además de ser diputado ininterrumpidamente desde las elecciones de 1993, Rubalcaba ha ocupado las carteras de Educación y Ciencia (1992-1993) y Presidencia (1993-1996), durante los dos últimos mandatos de Felipe González, y del Interior (2006-2011), en la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero. Además, fue vicepresidente del Gobierno al final de este mandato, en 2011.
Las urnas le dan la espalda
Más breve ha sido su trayectoria como líder del PSOE: menos de dos años y medio, desde que llegó a la secretaría general en febrero de 2012, tras imponerse a Carme Chacón en el congreso posterior a la renuncia de Zapatero.
Su época al frente del partido, además, ha sido especialmente negativa en términos electorales. Aun no como secretario general, pero sí como candidato a la presidencia, a finales de 2011, Rubalcaba recogió el peor resultado de los socialistas en unas generales desde el restablecimiento de la democracia. Un récord negativo que se repitió en las últimas europeas -aunque en el marco de un importante voto de castigo al bipartidismo-, que, a la postre, ha significado su adiós definitivo.