El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, quiere parar a toda costa los disturbios en el barrio de Sants, que se han producido ya durante cuatro noches consecutivas, después del desalojo de la finca okupada Can Vies, de propiedad municipal, y afectada por un ambicioso proyecto de reforma del barrio. Trias incluso ha dejado claro que, si esta es una condición de los okupas, detendrá la demolición de la finca.
Entrevistado en TV3 este jueves por la noche, Trias se ha querido justificar diciendo que la demolición de Can Vías responde a una orden judicial, y no a una decisión del Ayuntamiento, También se ha querido descargar de culpas explicando que el proceso en los juzgados lo inició el anterior equipo de Gobierno socialista, -algo que ha considerado un "error"-, y que ahora él sólo está acatando la ley.
Sin embargo -y en aparente contradicción- Trias ha asegurado que puede parar la demolición, y que lo hará, como gesto de "buena voluntad", si así se lo piden los okupas para sentarse a negociar.
Ofrece otro espacio municipal
Aún así, Trias también ha recordado que la zona donde está ubicada la finca de la discordia será en un futuro una zona verde, y que este punto no es negociable. En contrapartida, ha ofrecido a los okupas que gestionaban las actividades sociales en Can Vies que se trasladen a un espacio público en el barrio.
En esta línea, ha recordado como en el pasado el ayuntamiento ya ha hecho cesiones de este estilo. Así, ha puesto los ejemplos del espacio de la antigua fábrica de Can Batlló -en el mismo distrito, en el barrio de La Bordeta-, con presencia de movimientos alternativos, o del Ateneu Popular la Flor de Maig, en el Poblenou, y gestionado por la asociación de vecinos.
Mientras Trias citaba como ejemplo a Can Batlló, la asamblea de este espacio lo desacreditaba a él y al concejal del distrito, el también convergente Jordi Martí. En un comunicado, condenaban "enérgicamente" el desalojo de Can Vías, especificaban que, si el Ayuntamiento no les hubiera cedido el espacio lo hubieran okupado, como se hizo en Can Vies, y acusaban a Martí de "colgarse medallas que no le corresponden". También rompían "de momento" cualquier contacto con el Distrito de Sants-Montjuïc y con el Ayuntamiento.