La Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Cataluña (Fapac) ha presentado este martes un "manual de resistencia activa a la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE)" con el objetivo de sostener y promover un "estado de opinión anti-LOMCE" entre familiares y centros e incitarles a la "insumisión" a la ley.
De hecho, la iniciativa se enmarca en un proceso de expansión de la "Red de Escuelas Insumisas", con la que se pretende "fortalecer" los vínculos de organizaciones territoriales, coordinadoras de AMPA's y asambleas y plataformas educativas partidarias de conservar "el modelo lingüístico con el catalán como lengua vehicular", cosa que, según los implicados, la LOMCE "dinamita".
En la misma línea, el colectivo ha instado a la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, a acentuar su "desobediencia" a la ley, puesto que, según el parecer de Fapac, hasta ahora la convergente se ha limitado a "la interposición de recursos ante tribunales". Por ello, advierten de que mantendrán "la presión para que la consejera defina, de una vez por todas, cómo plantea hacer frente a la LOMCE [...] con instrucciones precisas a los centros".
"Nuestro modelo democrático, catalán, laico, cohesionador, inclusivo..."
"Ante un cambio tan agresivo", dice el manual de desobediencia a la ley, "es necesario que la comunidad educativa reaccione, se coordine y mantenga una campaña informativa sostenida, explicitando que no renunciaremos a nuestro modelo educativo democrático, catalán, laico, cohesionador, inclusivo, coeducativo, público y de calidad".
Las alabanzas al "modelo catalán" no se detienen aquí. En efecto, el texto canta las virtudes del mismo en su presunta traducción a los ámbitos político y social:
"La escuela catalana y la inmersión lingüïstica han sido una política de consenso en Cataluña y un factor de integración para la ciudadanía catalana de cualquier origen. La sociedad catalana no debe permitir la fractura social ni la pérdida cultural que la aplicación de la LOMCE supondría, al permitir escuelas con lenguas vehiculares diferentes, o al reducir el peso de la lengua y la cultura catalanas en el sistema educativo".
El escenario perfilado por esta entidad se completa con un llamamiento al "rechazo a la ley" para "bloquear su imposición" y "hacer visible" el "éxito" del modelo actual. La apuesta por una campaña sostenida a favor de la inmersión lingüística obligatoria exclusivamente en catalán se justifica en este caso por el objetivo manifiesto de contribuir a "desarrollar iniciativas en aquellos centros que inicialmente no contasen con una Comunidad Educativa movilizada" y puedan encontrar amparo en "algunas redes de centros insumisos ya constituidas".