Los organizadores del Multirreferéndum han desafiado la prohibición impuesta por la Junta Electoral Central y ratificada por el Tribunal Supremo y han decidido sacar las urnas a la calle -coincidiendo con las elecciones al Parlamento Europeo- para consultar a los catalanes sobre diferentes cuestiones, tales como la deuda pública, el sector energético, los transgénicos o BCN World, entre otras.
Los Mossos d'Esquadra se han limitado a ordenar la retirada de algunas de las urnas -las que estaban más cerca de los colegios electorales- y han levantado acta administrativa de la mayoría de los puntos de votación, tras identificar a los organizadores.
En total, los organizadores -alrededor de 40 entidades- habían instalado urnas en cerca de 300 puntos de votación distribuidos por 130 municipios de toda Cataluña, y han confirmado que han desmontado mesas en Ripollet, Lloret, l'Escala y Arenys de Mar. El portavoz de la organización, Gerard Batalla, ha defendido el desacato a la decisión judicial, que ha calificado de "acto de desobediencia civil, aunque pacífico", por considerar que no interfiere en las elecciones europeas.
El ministro del Interior les pide acatar las decisiones judiciales
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha advertido a los organizadores del Multireferèndum que en un Estado de Derecho se tiene que "cumplir la ley", y les ha pedido acatar la decisión de los tribunales de prohibir la iniciativa por coincidir con las elecciones europeas.
"Si la ley no gusta pues se cambia democráticamente en los parlamentos correspondientes, pero la ley que está vigente se ha de cumplir y yo confío en que todo el mundo cumpla con lo que ha dicho la Junta Electoral Central y el Tribunal Supremo", ha insistido.