El presidente de la Generalidad, Artur Mas, apura todas sus opciones para encontrar aliados internacionales de cara a sacar adelante su proyecto secesionista, y para conseguirlo está dispuesto a utilizar todo tipo de estrategias, por más disparatadas que estas puedan parecer.
La última de estas ocurrencias ha sido la solucitud formal para que la Generalidad se integre en la Organización Internacional de la Francofonía (OIF) -la comunidad de países de lengua francesa-, una petición que, según publica este sábado El País, se habría formalizado el pasado 25 de abril.
Necesita el visto bueno del Gobierno
El dirigente nacionalista estaría intentando que la Generalidad ingrese en la OIF con el estatus de "invitado especial" que -a diferencia de los 57 países miembros de pleno derecho y de los 20 observadores- está reservado para "entidades o colectividades territoriales no soberanas" que muestren su compromiso con el uso del francés en su territorio o en la enseñanza.
Este requisito supone un problema de difícil resolución, puesto que la propia Generalidad reconoce en su dossier de defensa de la candidatura que solo el 6% de los estudiantes catalanes tiene el francés como primera o segunda lengua extranjera, y, según el Idescat, solo el 14% de los catalanes hablan francés fluidamente.
Pero, además, para ser aceptado como "invitado especial" es necesario recibir el visto bueno del Gobierno del Estado al que se pertenece el territorio en cuestión, lo que se antoja un obstáculo insalvable, habida cuenta que Mas pretende integrarse en la OIF fundamentalmente para tratar de internacionalizar su proyecto rupturista. De hecho, el dirigente nacionalista no ha informado de su solicitud al Gobierno, ni a la mayoría de partidos catalanes.
Una ocurrencia que ya planteó Maragall
En la carta dirigida al presidente de la OIF, Mas asegura que la intención de la Generalidad de ingresar en la organización es "un deseo que viene de lejos" y se muestra dispuesto a participar en ella "con entusiasmo, convicción y orgullo".
Lo cierto es que en 2005 el entonces presidente de la Generalidad, Pasqual Maragall, también anunció su intención de solicitar el ingreso de la Generalidad en la OIF. Curiosamente, Mas consideró aquel planteamiento como "una pifia más" de Maragall y abogó por el inglés como lengua extranjera preeminente en la educación.
Ahora, el presidente autonómico argumenta que "el francés ha sido durante siglos la primera lengua extranjera en Cataluña" y subraya que lo sigue siendo para "la mayoría de los mayores de 45 años". "Conviene revitalizarlo, en especial a nivel educativo", insiste el dossier enviado a la OIF, que destaca la proximidad de Cataluña y Francia, y "el hecho de que ocho de los catorce estados más próximos a Barcelona tienen el francés como lengua oficial o de uso cotidiano".
En este sentido, cabe recordar que el Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN), el órgano creado por Mas para trazar la hoja de ruta hacia la independencia, señaló en un informe publicado en diciembre pasado que "podría resultar deseable que Cataluña se incorporara a la OIF". Y parece que el dirigente nacionalista se ha tomado en muy serio el consejo.