"Si me llaman Joan, contesto; y si me llaman Juan, también". Con esta declaración el presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha quitado hierro al conflicto identitario en auge en Cataluña, señalando que, a su juicio, los problemas pueden manejarse "dentro de la buena voluntad".

Rosell, en un evento celebrado por el Foro Económico de El Norte de Castilla, ha indicado que entre los empresarios catalanes existen opiniones encontradas acerca de la eventual secesión de Cataluña, como las hay, ha añadido, en la propia sociedad catalana.

Con todo, y por su parte, ha observado que "juntos es mucho mejor". "Más claro el agua", ha apuntado quien ya ha dejado constancia en más de una ocasión de que la independencia "no sería buena para los catalanes". En cualquier caso, insiste en que es conveniente canalizar el asunto con "buena voluntad".