Montserrat Caballé, imputada por un presunto fraude fiscalde medio millón de euros, ya ha declarado ante el juez. Desde su domicilio, puesto que presentó un certificado médico que acreditaba que tiene problemas de movilidad. Un domicilio que está en el centro de Barcelona. Pero que en 2010, según ha asegurado ante el juez, estaba en Andorra.

Caballé, que ha recibido en casa al titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona, Josep Maria Miquel Porres, ha declarado que en 2010, cuando presuntamente cometió el fraude, tenía su residencia en Andorra, y que sólo bajaba a Barcelona para ir al médico o para tomar vuelos internacionales, y que por este motivo no pagó el IRPF correspondiente a la Hacienda española.

La soprano también ha asegurado que aquel año 2010 facturó 300.000 euros en sus actividades internacionales -gestionadas a través de una sociedad andorrana-, y no dos millones, como sostiene la fiscalía. Preguntada por el juez sobre por qué, entonces, ha depositado ya más de la mitad del medio millón que le reclama la Agencia Tributaria, ha explicado que lo ha hecho por consejo de sus asesores fiscales.

Menos ingresos de lo que dice el fiscal

Según cree la fiscalía, en 2010 Caballé gestionó varios conciertos y grabaciones en toda Europa a través de una sociedad andorrana, con la intención de no pagar el IRPF a la Hacienda española. De estas actividades, Caballé ganó cerca de dos millones de euros, de los cuales medio millón tendría que haber sido para Hacienda.

La fiscalía añade que Caballé, a pesar de que consta como residente en Andorra, en realidad tiene su domicilio habitual en Barcelona, y por eso tendría que declarar en España, como cualquiera otro residente. De hecho, asegura que la soprano consta como residente en Andorra "a los únicos efectos de no tributar en la Hacienda Pública española", y que esta residencia es ficticia.

La soprano ha pagado ya 300.000 euros del medio millón que le reclama Hacienda, y según fuentes judiciales, la intención de Caballé y de sus abogados sería saldar íntegramente la deuda con Hacienda, admitir su responsabilidad en los hechos y llegar a un acuerdo para evitar el juicio. Esta es, de hecho, la vía que han utilizado recientemente otros personajes de máxima popularidad que han tenido problemas judiciales respecto a sus obligaciones con la Agencia Tributaria