El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, no descarta que, a pesar del clima creciente de tensión y enfrentamiento creado por los nacionalistas catalanes, a causa del desafío independentista de CiU y ERC, finalmente acabe produciéndose un entendimiento.
Margallo, en una entrevista que publica este domingo el diario El Mundo, asegura que "los puentes con Cataluña no están rotos", y que la discusión del Gobierno y el PP con la Generalidad y CiU se lleva a cabo siempre "en términos políticos". "Me costaría mucho trabajo pensar que Rajoy rompiese los puentes con nadie", explica.
"Lo que ha dicho el presidente del Gobierno es que está dispuesto al diálogo con dos condiciones: que sea dentro de la legalidad y que sea entre todos", razona el ministro, que reitera un mensaje ya repetido muchas veces desde el Ejecutivo: "Rajoy no puede dialogar ni autorizar una consulta que plantee el derecho de una parte del territorio a separarse, porque la Constitución se lo prohíbe".
Además, García-Margallo confía en que, pese a todo, el presidente de la Generalidad, Artur Mas, "es responsable y no va a dar un paso fuera de la legalidad española".
La independencia, una catástrofe
Sobre la posibilidad de la secesión, el ministro de Exteriores solo ve problemas para la hipotética Cataluña independendiente. "Cataluña tiene el primer PIB de España, una renta per cápita que es el 120% de la media de la UE", relata. "Eso desaparecería con la secesión, que es inviable y empobrecería a los catalanes muchísimo", asegura.
Sobre las reivindicaciones económicas de los independentistas, el ministro recuerda que, en 2004, Artur Mas dijo sobre el actual sistema de financiación que "era el mejor que podían imaginar". "Lo que no dice es hasta qué punto es buen negocio para Cataluña estar en España", añade.
"La viabilidad económica depende del reconocimiento internacional y la pertenencia a la UE, y eso no lo tendría una Cataluña independiente, que sería pobre, muy pobre", concluye el ministro de Exteriores.