El líder de UDC, Josep Antoni Duran i Lleida, ha juzgado este viernes la agresión sufrida por el primer secretario del PSC, Pere Navarro, como si de algo meramente puntual se tratara. "No es otra cosa que una excepción que confirma la regla", ha afirmado.
"Sería mejor que no nos insultasen, pero no tengamos la piel excesivamente fina", ha señalado el democristiano en su carta-web semanal a la militancia, quien al mismo tiempo ha conminado a medios y políticos a "no confundir la agresión física con el insulto".
"A mí me insultan aquí y allí, pero forma parte de la dimensión pública". De este modo, y siguiendo los pasos del consejero de Presidencia, Francesc Homs, ha procurado Duran i Lleida quitar hierro a un asunto que, pese a los intentos de minimizarlo por parte de los medios oficiales de la Generalidad, azuza la crispación en forma de ataques continuados a sedes y representantes políticos.
"Conviene no sacar las cosas de contexto"
Pero el portavoz de CiU en el Congreso ha ido más allá, y ha acusado a la prensa y a los políticos de Madrid de haber "gozado, y no poco, hablando de un hipotético clima de confrontación social en Cataluña".
Ha comentado, por lo demás, que "cualquier gesto de violencia, por pequeño que sea, tiene que ser siempre condenado. Y aquí no tiene que haber ningún matiz", y sin embargo ha defendido que "ignorando la causa que motivó la agresión" a Navarro, "conviene no sacar las cosas de contexto":
"Aunque el debate político fuera, como dijo el afectado, lo que hay tras la agresión, no es otra cosa que una excepción que confirma la regla. El día de Sant Jordi nos paseamos todos juntos, arriba y abajo, por las calles de Barcelona o de otras ciudades. Lo hicimos dirigentes catalanes y españoles y no hubo ningún acto de violencia".
Si bien en este punto han comenzado los "matices". "¡Otra cosa son los insultos! Yo lo he dicho muchas veces: a mí me insultan aquí y allí, pero forma parte de la dimensión pública". "Sería mejor que no nos insultasen", ha proseguido, "pero no tengamos la piel excesivamente fina", ha reiterado para remachar que, "al menos en Cataluña, intentemos mantener la serenidad, todos, y para hacerlo es importante cultivar al máximo la objetividad y dejar de lado el sectarismo, los políticos, los medios, empezando por los públicos, y cualquiera que tenga proyección social".