El diputado autonómico y ex secretario general de CDC Oriol Pujol no admite ninguna responsabilidad en el caso de las ITV. Si ahora hace un año, cuando declaró por primera vez ante el juez como imputado en el caso, admitió haber intervenido en el mapa de estaciones de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en Cataluña, pero desvinculándose de las posibles adjudicaciones irregulares, este miércoles ha sido más tajante: no sólo ha negado haberse beneficiado del soborno por el que está acusado, sino que ha insinuado que detrás su caso hay una mano negra.
Pujol, después de su declaración como imputado por soborno, en una pieza separada del caso de las ITV -en el cual es también uno de los principales acusados, por tráfico de influencias-, ha negado absolutamente haber cometido el delito por el cual está imputado.
"No he pedido ni directa ni indirectamente ningún importe para beneficiar a ninguna empresa en ningún trámite parlamentario, ni en la Ley de Seguridad Industrial ni en ninguna otra", ha proclamado Pujol. "Ni yo ni nadie de Convergència ha pedido dinero para determinar el voto ni ninguna enmienda para alguna empresa en concreto", ha añadido.
Pide "celeridad"
Y aun ha ido más lejos Pujol cuando ha comentado que el alargamiento de su caso no le "favorece" y que empieza a "pensar que no es casual". "Pido a la justicia máxima celeridad", ha dicho, recordando que el caso se empezó a investigar ahora hace dos años, y que esta última imputación por soborno ha llegado recientemente. "Hay indicios que en mi opinión no son casuales", ha añadido.
Pujol también se ha referido al papel en el caso de su esposa, Anna Vidal, que también ha declarado este miércoles como imputada. Sobre los pagos recibidos por Vidal de uno de los imputados, Sergi Alsina, Pujol ha señalado que su mujer ya había trabajado antes con este, y ha sostenido que ha sido incluida en el caso "de manera aleatoria".