El presidente de la Generalidad, Artur Mas, ha admitido que su intención es "transformar las elecciones [autonómicas] catalanas en un referéndum". "Nos falta capacidad legislativa", lamenta después del rechazo contundente del Congreso a la solicitud de la Generalidad para que se delegara en ella la facultad de convocar un referéndum independentista.
"Sabía que el resultado sería negativo. Si hubiera visto que había una pequeña posibilidad de acuerdo, me habría ido a Madrid sin ningún problema", sostiene el líder de CiU en una entrevista para Le Figaro, desde donde lanza una nueva advertencia:
"Esta vez, ningún presidente [autonómico] de Cataluña entrará en acuerdos con Madrid que no se respeten. No funciona de ese modo, la población catalana tiene que ser la garante de la solución a través de un voto directo. [...] Hay dos opciones: continuar con el proceso o detenerlo. La otra alternativa, el avance en el autogobierno, ya no es posible".
Dicho lo cual, el presidente autonómico ha vuelto a marear la perdiz, y entre el ruido de la insurrección y la maniobra de unas elecciones en forma de plebiscito sobre la independencia, ha recuperado el hilo de su legislatura. "Mi calendario tiene un fin: a finales de 2016", ha avisado, "de acuerdo con la secuencia de los acontecimientos, y si no hay otro modo, transformaremos las elecciones [autonómicas] en un referéndum", ha resuelto.
"El escenario más probable"
"Este es el escenario más probable, por desgracia", ha reconocido al fin. "Si llegamos aquí, será el resultado de la oposición radical de las autoridades españolas", ha razonado en un nuevo lamento que adorna con la manida declamación de que "el 80% de los catalanes quiere expresarse".
"¿Cómo gobiernas Cataluña, si estás en contra del 80% de la población?", se ha preguntado el presidente de la Generalidad, quien, por lo demás, sigue afeando al Gobierno porque, según alega, "en treinta años la inversión pública española en Cataluña siempre ha estado por debajo de nuestro peso demográfico".
De todos modos, y recogiendo en este punto los argumentos del líder que, hasta la fecha, comparte coalición con él en CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, Mas ha esgrimido que "la economía no es el único factor: cultura, identidad, políticas sociales, autonomía son también puntos muy importantes", puntos que, según el presidente autonómico, están siendo debilitados "de modo permanente" por "las leyes españolas".
Pese a los riesgos, "este es el juego", dice Mas
Mas ha defendido que "Cataluña ha sido independiente durante tres siglos", lo cual, en realidad, ha acabado remitiendo a la Corona de Aragón y al impreciso hecho de que "los países entienden muy bien el derecho de los catalanes a determinar su futuro político".
"Una Cataluña independiente fuera de la UE es algo que no quiero", ha lamentado el líder de CiU, pese a lo cual, y contra todo pronóstico, ha indicado que "no creo que este sea el precio a pagar". "Cataluña es absolutamente pacífica", ha afirmado, "esto no es lo mismo que tener una guerra de independencia", ha asegurado.
Con todo, Mas ha reconocido, de nuevo, que "cuando existe un riesgo, se puede ganar o perder". "Este es el juego", se ha congratulado el presidente de la Generalidad. "Tenemos que estar preparados para la victoria y para el fracaso", ha resuelto.